Mehmet Ali Ağca, el hombre que disparó en 1981 contra el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, saldrá de la prisión turca en la que permanecía recluído en pocos días después de haber cumplido la sentencia que tenía pendiente, lo que ha causado preocupación en la sociedad turca, donde muchos lo consideran un perturbado mental.
Ağca, que pasó 19 años en una prisión italiana por el atentado frustrado contra el Papa Juan Pablo II en 1981, y posteriormente cumplió otros 10 en una cárcel turca por el asesinato del periodista turco de izquierdas Abdi İpekçi en 1979, será puesto en libertad el próximo 18 de enero tras haber cumplido su condena legalmente en la prisión de Sincan (Ankara).
En unas declaraciones hechas a la prensa recientemente, Ağca -que aseguró haber recibido ofertas para escribir un libro o participar en películas y programas de televisión- declaró que cuando sea puesto en libertad le gustaría viajar al Vaticano para reunirse con el Papa Benedicto XVI, aunque sin concretar una fecha.
Ya en mayo del año pasado Ağca afirmó que cuando cumpliese su condena le gustaría convertirse al cristianismo en una ceremonia de bautismo en el Vaticano, y según su abogado además de reunirse con el nuevo Papa pretende visitar también la tumba del difunto Papa Juan Pablo II.
El 13 de mayo de 1981, Ağca disparó e hirió gravemente al Papa Juan Pablo II en el Vaticano; tras ser encarcelado, fue el propio Juan Pablo II ya recuperado quien en 1983 le visitó en la prisión donde se encontraba y le perdonó. Desde entonces las declaraciones de este hombre, a quien algunos acusan de ser un peligroso terrorista y otros de ser simplemente un lunático transtornado, se han caracterizado por su excentricidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario