Las muertes de recién nacidos convulsionan Turquía

Los expertos culpan a la saturación de los hospitales y a la falta de personal de las muertes de recién nacidos en İzmir y Ankara.

İZMİR (TURQUÍA)

Los bebés turcos tienen cuatro veces menos probabilidades de sobrevivir que sus homólogos en Europa debido a que nacen en un país cuyo sistema de salud está plagado de problemas que las autoridades no han sabido o querido afrontar durante años. Así de cruda se presenta la realidad según los análisis que se hacen estos días en Turquía tras la muerte hace ahora una semana de 13 recién nacidos en un hospital de İzmir.

En julio, un total de 27 recién nacidos fallecieron en el plazo de dos semanas, la mayoría de ellos a causa de infecciones, un escándalo que tardó en salir a la luz pública a causa de las reticencias de las autoridades a reconocer el problema. Ahora Turquía se ha visto sacudida por otra tragedia similar en otro hospital, esta vez en la ciudad occidental de İzmir, donde 13 bebés prematuros murieron hace escasos días en un plazo de 24 horas, aparentemente a causa de una infección. La muerte en dos de los hospitales de maternidad más modernos del país sacude los cimentos de Turquía en un momento en el que busca afanosamente modernizarse en pos de su camino hacia la adhesión a la Unión Europea. Además, la ausencia de un enfoque integral a la hora de abordar este tipo de problemas implica que accidentes como este podrían volver a ocurrir.

Una comisión formada por cuatro expertos, creada por el Ministerio de Salud de Turquía, ha comenzado a investigar las causas de las muertes de los niños. Aunque su informe aún no está concluido, los análisis iniciales muestran que los bebés murieron como resultado de una infección que contrajeron en el hospital, la misma causa que causó la muerte de los recién nacidos en Ankara hace tres meses.

Según el Sindicato de Trabajadores de la Salud de Turquía (Türk Sağlık-Sen), las muertes son el resultado de una alarmante escasez de personal médico en el sector sanitario turco. Esto significa que los niños que necesitan atención médica extra no pueden obtenerla. La mayoría de los hospitales carecen de unidades de nacimientos prematuros especializadas, por lo que los recién nacidos de alto riesgo y los bebés prematuros son a menudo trasladados a hospitales más grandes en ciudades como Estambul, Ankara o İzmir. El traslado y la alta concentracción de recién nacidos en el mismo lugar incrementa, según dicen los expertos, el riesgo de infecciones.

Turquía, con sólo 92.509, se encuentra en el último puesto de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en términos de enfermeras empleadas en el sistema sanitario. Esto conlleva grandes retrasos y disminuye la calidad y la eficiencia de los servicios de salud. Mientras que en los países occidentales hay 731 enfermeras por cada 100.000 habitantes, en Turquía la cifra es sólo de 131. Según datos del Ministerio de Salud, Turquía necesita de manera inmediata al menos 100.000 enfermeros y enfermeras, que serán unas 300.000 para el año 2023. Los expertos señalan que no se puede acusar al personal médico de negligencia en estos casos, ya que están sobrecargados de trabajo.

Según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la tasa de mortalidad infantil en Turquía ha caído dramáticamenteen las últimas décadas, pasando de 190 muertos por cada 1.000 nacimientos en 1960 a 22´6 muertes por cada 1.000 nacimientos en 2006. A pesar de ello, la tasa de mortalidad infantil en Turquía continúa siendo cuatro veces mayor que la media de los países de la OCDE, que se sitúa en 5´2, siendo los países con las tasas más bajas los nórdicos (Islandia, Suecia, Finlandia, Noruega), Luxemburgo y Japón. La cifra es también mucho mayor que la tasa media en la UE, que se sitúa en 5´84 por 1.000 nacimientos; mientras que la cifra es de 3 muertes por cada 1.000 nacimientos en Suecia, 4/1.000 en España, Alemania, República Checa y Grecia, 5/1.000 en el Reino Unido, 7/1.000 en Polonia, 12/1.000 en Bulgaria, y 17/1.000 en Rumanía (la cifra más alta de los países de la UE).

El gobierno turco ha reconocido la escasez de personal médido y dice que tiene planes para incrementar el número de salas de neonatos en los hospitales de todo el país, haciendo que pasen de las actuales 156 a 200 para el año 2010. También admite que faltan más de 400 doctores especializados y miles de enfermeras.

La tragedia de İzmir ha desatado de nuevo el escándalo cuando Turquía aún se estaba recuperando de las muertes de niños en Ankara, precisamente en un país en el que los niños son apreciados como en pocos lugares. "Semejante vergüenza no existe en ninguna otra parte del mundo", o "los brazos de 13 madres quedaron vacíos", fueron algunos de los titulares de la prensa turca tras conocerse la última tragedia que tuvo como protagonistas, una vez más, a los recién nacidos. Algunas de las familias han presentado quejas contra el hospital donde ocurrió todo acusando a sus responsables de negligencia; un fiscal de İzmir ha iniciado también una investigación criminal sobre las muertes, y el principal partido de la oposición (el CHP) ha pedido un debate parlamentario sobre las muertes de los recién nacidos. Pero los responsables parecen estar más arriba.

Para algunos expertos, el reciente decreto del gobierno que obliga a los hospitales a no devolver a ningún paciente es el responsable: "Si no quedan incubadoras libres y estás obligado a admitir más y más bebés, ¿qué haces? Tienes que poner dos bebés en la misma incubadora, lo que incrementa la posibilidad de infecciones", dijo un médico a los periodistas hablando en condición de anonimato por su condición de empleado público. La presidenta del sindicato de trabajadores de la salud está de acuerdo con esa opinión: "El gobierno está diciendo a la gente que nadie será rechazado de los hospitales, pero no está creando las condiciones que permitan a los doctores tratar a todo el mundo", concluye.