Ayer martes dió comienzo la festividad, de tres días de duración, en la que los turcos aprovechan para visitar a sus seres más queridos.
ESTAMBUL
El mes sagrado del Ramadán, considerado sin duda el más importante de los 11 meses del calendario musulmán y un tiempo para la generosidad y la reflexión, cedió finalmente su lugar al mes de Shawwal con el comienzo ayer martes de la festividad del Şeker Bayramı (la "Festividad del Dulce" en turco), o Eid al-Fitr, como se conoce por su nombre árabe, que significa "la Festividad del Fin del Ayuno", aludiendo a que supone el fin del ayuno diario que los musulmanes más píos practican durante todo el Ramadán.
El Şeker Bayramı señala el comienzo de una celebración de tres días que pone fin al Ramadán. Para algunos en Turquía esta celebración supone un tiempo de piedad y oración; para otros, es menos una fiesta religiosa y más un descanso del trabajo o de la escuela; en general, para la mayoría de los turcos el Şeker Bayramı es mucho más que una fiesta religiosa, y ante todo supone unos días especiales que se buscan celebrar con la familia y los amigos, y el punto final a un mes -el del Ramadán- en el que predominan las buenas acciones y deseos tanto como la generosidad, especialmente con los más necesitados, de manera muy similar a como ocurre en la Navidad cristiana.
Durante el primer día de las celebraciones, las familias musulmanas más practicantes se levantan por la mañana muy temprano y tras rezar la primera de las oraciones diarias toman una pequeña comida, un acto simbólico que les recuerda que el Ramadán se ha acabado. Después asisten a las oraciones que se celebran especialmente para la ocasión en las mezquitas, o en grandes espacios abiertos si en las mezquitas no hay espacio suficiente para los fieles que acuden estos días, que son muchos. Tras el fin de la oración, los asistentes se saludan y se abrazan entre ellos como símbolo de paz y amor y para celebrar el comienzo de la festividad.
Después, la gran mayoría de los turcos -devotos o no- celebran esta festividad acudiendo a visitar -de manera casi exhaustiva- a familiares y amigos a sus respectivas casas, o acudiendo a los cementerios a presentar sus respetos a los fallecidos. Un saludo común durante estas fechas es el saludo árabe "Eid Mubarak", que viene a significar algo así como "Bendito sea tu Eid", en referencia al nombre árabe de la festividad, o también "Bayramın Mübarek Olsun" y otras formas similares que vienen a expresar lo mismo. Muchos turcos aprovechan estos días para vestir sus mejores galas, muchas veces compradas exclusivamente para ser lucidas para esta ocasión. Los jóvenes besan la mano derecha de los mayores y se la llevan a continuación a la frente en señal de respeto. Los niños son de los que más disfrutan estos días, ya que salen a recorrer todo su barrio para desear a todos sus vecinos unas felices fiestas y que estos les obsequien, a cambio, con dulces y chocolate (de ahí el nombre de la fiesta en turco de Şeker Bayramı o "Festividad del Dulce"). A los invitados que llegan a casa se les ofrece agua de colonia y dulces tradicionales turcos, como baklava o lokum (delicias turcas); a los más jóvenes normalmente se les da también una pequeña cantidad de dinero. Los canales de radio y televisión emiten toda una variedad de programas especialmente elaborados para estas fiestas, desde películas de temática religiosa hasta programas de música o discursos de felicitación de políticos y famosos.
El día exacto en que comienza el Eid depende de la aparición de la luna nueva -llamada "hilal"-, que es visible sólo tras la puesta de sol. Los musulmanes devotos buscan el hilal para determinar el comienzo y el fin de los meses del calendario islámico. Muchos países musulmanes en todo el mundo tienen comités de avistamiento del hilal para establecer el comienzo y el fin de los meses. Fue el Profeta Mahoma quien recomendó avistar la luna nueva o hilal, que en una de sus enseñanzas (hadices) dice: "No ayuneis hasta que veais la luna nueva, y no rompais el ayuno hasta que la veais".
Este año, sin embargo, la festividad del Şeker Bayramı ha llegado acompañada de polémica porque se prolonga durante nueve días, lo que a suscitado más de un debate sobre la conveniencia de la economía turca de que el país se tome unas vacaciones tan sumamente largas en un momento especialmente delicado en la escena económica mundial. Mientras algunos aseguran que la festividad puede dañar a la economía turca, otros la defienden como un descanso bien merecido para los trabajadores; muchos se cuestionan con cierta ironía, no obstante, si la festividad durará nueve días para alguien más aparte de los funcionarios públicos.
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