El posible envenenamiento de Öcalan reaviva el problema kurdo en Turquía

(AP) El Gobierno turco se ha visto obligado a ordenar una investigación para demostrar que no son ciertos los rumores sobre un posible envenenamiento del dirigente kurdo Abdalá Ocalán, encarcelado desde 1999 y condenado a cadena perpetua. Las versiones de que podría estar siendo emponzoñado con sustancias radioactivas han estallado en un momento de grave crisis entre el primer ministro Tayip Erdogan y el ejército, que se opone abiertamente a sus planes de dialogar con los dirigentes kurdos de Irak y ha generado una nueva crisis política.

Las tesis sobre el envenenamiento de Ocalan parecen haber sido una maniobra de sus abogados a raíz de que sus peticiones de un nuevo juicio no hayan sido escuchadas por el Consejo de Europa. Ayer denunciaron en Roma que puede haber sido intoxicado con estroncio radioactivo y otros metales pesados de carácter tóxico en un proceso «paulatino pero constante» para evitar que sea detectado.

Desmentidos

Las autoridades penitenciarias ya han dicho que el jefe del grupo terrorista kurdo no padece ninguna enfermedad conocida, pero después de los últimos sucesos en Turquía, la prensa no ha dejado de hacerse eco de este asunto.

Pero lo que tampoco ha podido ocultarse es la nueva y muy aguda crisis entre Erdogan y el Ejército, a cuenta precisamente del Kurdistán iraquí. El primer ministro había anunciado la semana pasada su intención de establecer contactos directos con líderes kurdos iraquíes, a los que se acusa de sostener al grupo de Ocalan durante los años en los que este causó una guerra en la parte turca en la que murieron más de 35.000 personas. El ejército lo criticó y Erdogán lo atribuyó a «opiniones personales» del General Yasar Buyukanit, jefe del Estado Mayor. Ayer mismo, la cúpula del ejército emitió un comunicado respaldando a Buyukanit y reiterando que no se trata de su opinión personal «sino de la institución».

Además, el general Tuncer Kilinc, antiguo secretario general del Consejo Nacional de Seguridad, la institución a la que se atribuye el papel de ejercer la supervisión militar del ejecutivo, ha salido también en defensa de Buyukanit diciendo que «si nuestro problema es el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán de Ocalan), no tiene sentido sentarse a hablar con Masud Barzani (dirigente kurdo iraquí).

«Línea roja»

Mientras estemos hablando de un Irak unificado esta es una línea roja» para los militares. El general Kilinc ha ido más allá y ha dicho que «Turquía entregó Mosul y Kirkuk a Irak en 1926 y si Irak se divide ahora, Turquía vuelve a tener ciertos derechos sobre esas ciudades».

No es la primera vez que los militares turcos recuerdan el dominio del imperio otomano sobre esta zona de Irak donde se hallan además los principales yacimientos petroleros del país. Los militares turcos no aceptan la perspectiva de una independencia de los kurdos iraquíes, que serían una fuente de apoyo para los kurdos de Turquía y desde la invasión norteamericana han advertido que están dispuestos a intervenir en Kirkuk y Mosul si la unidad de Irak se pone en duda.

ARTÍCULOS RELACIONADOS EN ESTE BLOG:

El líder kurdo Öcalan, intoxicado en la cárcel
Turquía e Irak acuerdan aplazar hasta 2009 el referéndum sobre el estatus de Kirkuk
Turquía apuesta sólo por el diálogo en sus relaciones con los kurdos de Irak