BRUSELAS (AFP) - La elección de Abdulá Gul como nuevo presidente turco y la apertura del mandatario francés, Nicolas Sarkozy, podrían dar un nuevo impulso a las negociaciones para la adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE), semiparalizadas desde hace unos dos años.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, lo dijo el martes: la elección de Gul a la presidencia turca y la llegada al poder de un nuevo gobierno dotado de un "mandato popular claro" son la "ocasión de dar un nuevo impulso inmediato y positivo al proceso de adhesión a la Unión Europea".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, lo dijo el martes: la elección de Gul a la presidencia turca y la llegada al poder de un nuevo gobierno dotado de un "mandato popular claro" son la "ocasión de dar un nuevo impulso inmediato y positivo al proceso de adhesión a la Unión Europea".
Responsables y analistas estimaban el miércoles que el final del período electoral turco, que se desarrolló en calma y sin interferencias del ejército, y la apertura de Sarkozy frente a un posible ingreso de Turquía a la UE en un discurso el lunes ante los embajadores de Francia, despejan el camino para relanzar el impulso reformista que había animado al Gobierno turco años atrás.
Tras haber flexibilizado su oposición a la entrada de Turquía a la UE, el presidente francés indicó el lunes que podría aceptar la continuación de las negociaciones con Ankara si los 27 se comprometen a abrir una reflexión sobre el futuro de Europa de cara a 2020-2030.
"Soy más bien optimista tras la elección de Gul y el discurso de Sarkozy", indicó el eurodiputado holandés de los Verdes, Joost Lagendijk. "Turquía ya no tiene excusas para no retomar sus reformas", estimó.
Su homólogo británico Andrew Duff se mostró aún más optimista y dijo que la "europeización" de Turquía "va a poder hacerse en forma progresiva". "Al final, Francia va a aceptar a Turquía en el seno de la 'familia' europea. Por supuesto tomará tiempo, pero tenemos tiempo", explicó.
Incluso los analistas más optimistas prevén que las negociaciones iniciadas en octubre de 2005 llevarán al menos entre 10 y 15 años.
Los países miembros de la UE están divididos frente a la adhesión del gran país musulmán, cuyo territorio se encuentra en su mayor parte en Asia. Estas diferencias se acentuaron con la llegada al poder de Sarkozy. Por ello, las negociaciones de adhesión, orgaizadas en 35 capítulos temáticos, apenas avanzaron: sólo cuatro capítulos fueron abiertos desde octubre de 2005, mientras que Croacia lanzó doce en igual plazo de tiempo.
La persistente división de la isla de Chipre contribuye a frenar el proceso. Ocho capítulos fueron congelados en diciembre de 2006 por la UE a raíz de la negativa de Ankara de abrir su puertos y aeropuertos a los barcos y aviones greco-chipriotas.
Pero la analista Katinka Barysch, del Centro para las Reformas Europeas con sede en Londres, estimó que el nuevo gobierno turco buscará continuar la modernización de la economía y la sociedad turcas.
"Los intelectuales turcos, incluso si siguen desconfianzado de los dirigentes surgidos del movimiento islamista, reconocen que actuaron en pos de la modernización", señaló esta analista.
La determinación del Gobierno turco se verá en poco tiempo, agregó Barysch, en referencia a la reacción "constructiva o no" que tendrá ante el informe de evaluación que debe publicar la Comisión Europea en noviembre sobre las reformas efectuadas por Turquía en el último año y que podría ser más bien crítico.
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