La decisión se produjo por sólo un voto de diferencia, si bien constituye una "seria advertencia" según el presidente del tribunal.
ANKARA
El Tribunal Constitucional Turco rechazó el miércoles por tan sólo un voto de diferencia ilegalizar el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que gobierna en Turquía desde 2002 con una amplia mayoría en el Parlamento.
Del total de 11 magistrados que componen el tribunal, seis votaron a favor de la clausura del partido, según informó el presidente del Tribunal Constitucional, Haşim Kılıç, durante una rueda de prensa. Al menos 7 de los magistrados debían votar a favor de la ilegalización para que esta fuese aprobada. Los otros 4 magistrados del Constitucional consideraron por contra que no había razones suficientes para ilegalizar al AKP, aunque sí estuvieron de acuerdo en imponer sanciones económicas al partido como medida de advertencia.
Kılıç señaló durante sus declaraciones a los periodistas que él había votado en contra de la clausura del AKP, y que los partidos políticos deberían llegar a acuerdos en el Parlamento para hacer más difícil los requisitos para que un partido sea ilegalizado en Turquía, e hizo un llamamiento a la unidad nacional.
"La decisión no ha sido clausurar el partido, pero es una seria advertencia", dijo Kılıç en referencia al AKP, añadiendo que esperaba que el partido evaluase correctamente este veredicto y captase el mensaje necesario. El presidente del Tribunal Constitucional pidió además un esfuerzo común para reducir la tensión en el país: "Creemos que todos los segmentos de la sociedad deberían esforzarse para sentar las bases para la convivencia tras el veredicto", dijo.
"La decisión no ha sido clausurar el partido, pero es una seria advertencia", dijo Kılıç en referencia al AKP, añadiendo que esperaba que el partido evaluase correctamente este veredicto y captase el mensaje necesario. El presidente del Tribunal Constitucional pidió además un esfuerzo común para reducir la tensión en el país: "Creemos que todos los segmentos de la sociedad deberían esforzarse para sentar las bases para la convivencia tras el veredicto", dijo.
Kılıç también quiso destacar la independencia del tribunal por encima de las presiones y las acusaciones que habían recibido en los últimos meses: "A lo largo de este juicio, hemos sufrido críticas y ofensas. Pero quiero subrayar que ha sido este tribunal el que ha marcado su propia agenda. Las críticas y las presiones no han influido en nuestra decisión" señaló el presidente del tribunal.
El Tribunal Constitucional Turco decidió como medida de castigo, no obstante, retirar al AKP la mitad de los fondos de financiación otorgados por el estado, lo que supone un toque de atención al partido del primer ministro Recep Tayyip Erdoğan de cara a futuras decisiones que le enfrenten con los principios laicos del país. Abdurrahman Yalçınkaya, fiscal jefe de la Corte Suprema de Apelaciones, había pedido el pasado 14 de marzo la ilegalización del AKP acusándolo de fomentar las actividades contrarias al laicismo y de querer implantar la "sharia" (ley islámica) en Turquía. Pedía además la inhabilitación política de más de 70 miembros antiguos o actuales del partido, incluyendo al primer ministro Erdoğan y al Presidente de la República Abdullah Gül, si bien este último abandonó el partido al ser elegido para el cargo. Ninguna de estas personas ha sido inhabilitada en la sentencia del tribunal.
Desde 1962 el Tribunal Constituconal Turco ha ilegalizado 24 partidos políticos, sobre todo formaciones izquierdistas, islamistas y kurdas, aunque esta era la primera vez que la petición de cierre recaía sobre un partido con amplia mayoría en el Parlamento. El AKP obtuvo el 47% de los votos en las elecciones legislativas de hace un año, revalidando su mayoría obtenida en 2002 y ampliando su porcentaje de votos en al menos 15 puntos.
El veredicto acaba al fin con meses de una incertidumbre política que ha dañado seriamente el crecimiento económico del país (hasta hace poco uno de los más altos del mundo), por el temor de los inversores a la inestabilidad política que hubiera resultado de una ilegalización del partido en el poder. Además el AKP ha sido co diferencia el partido turco que más decisivamente ha apostado por las reformas económicas y políticas necesarias para la adhesión de Turquía a la Unión Europea.
Si el AKP hubiera sido prohibido y sus líderes inhabilitados para la política, Turquía probablemente habría tenido que celebrar de nuevo elecciones anticipadas. El AKP se convierte así en el 18º partido turco que evita ser clausurado por el Tribunal Constitucional de Turquía.
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