
Varios testigos, compañeros de prisión del fallecido, afirman que éste sufrió malos tratos y palizas por parte de los guardias.
ESTAMBUL
Cinco testigos han revelado más detalles sobre la muerte y malos tratos de Engin Çeber, un interno de la Prisión de Metris de Estambul que murió de un derrame cerebral el pasado 7 de octubre tras ser supuestamente maltratado por los guardias de la prisión. Los testigos eran al parecer compañeros de celda del fallecido.
La Oficina del Fiscal de Bakırköy abrió una investigación tras la muerte de Çeber en el hospital, durante la que llamó a los prisioneros que estaban en la misma celda que Çeber para que testificaran. Estos declararon primero no haber visto nada, pero más tarde cinco testigos se ofrecieron a declarar después de saberse que 19 funcionarios de la prisión fueron suspendidos de sus puestos. Estos testigos afirmaron además que estaban dispuestos a identificar a los guardias autores de los hechos, siempre y cuando se garantizase su seguridad.
Uno de los testigos declaró: "Engin Çeber vino a nuestra celda durante el segundo día del Eid al-Fitr (la fiesta del fin del Ramadán). Sus ropas estaban húmedas, y había heridas en su cuerpo. Cuando le preguntamos por ello, dijo que había sido golpeado por la policía. El mismo día, entre 10 y 15 funcionarios de la prisión vinieron a nuestra celda. Golpearon a Çeber durante cinco o seis minutos porque no se había puesto en pie para pasar lista. Dos funcionarios, que puedo identificar, golpearon la parte posterior de su cuello y golpearon dos veces su cabeza contra la pared. También golpearon su cabeza contra la puerta de hierro de la celda".
Otro testigo dió detalles similares sobre el suceso. "Engin Çeber nos dijo que la policía había golpeado su cabeza con una barra de hierro", dijo. "Después de que los guardias le golpearan porque no se había levantado para pasar lista, una persona vestida con uniforme civil, que supongo era el administrador, dijo que cualquiera que no se pusiera en pie para pasar lista sería castigado de igual forma. El guardia jefe, no obstante, trató de evitar que los otros guardias siguieran golpeándolo".
El Ministerio del Interior abrió una investigación tras la muerte de Çeber en la que se concluía que no había evidencias de tortura. En la investigación se incluyeron al parecer tres informes médicos: uno cuando fue puesto bajo custodia, otro hecho un día después de su arresto, y un tercero realizado cuando fue enviado a prisión. Ninguno de ellos incluía evidencias de tortura. La aparición de estos nuevos testigos podría dar, no obstante, un giro a un caso que ha vuelto a sacar a la luz viejas prácticas de los funcionarios de prisión turcos que se creían desterradas hace tiempo.
El ministro del interior turco pidió esta semana disculpas públicas a la familia del fallecido "en nombre del gobierno y del Estado", y prometió llegar hasta el último responsable de la muerte de Çeber. El gobierno del AKP ha hecho un gran esfuerzo desde que accediera al poder en 2002 por erradicar las torturas y los malos tratos a base de una política de "tolerancia cero" con este tipo de prácticas.
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