ANKARA
A medida que el gobierno turco continúa tomando medidas a favor de los derechos culturales de sus ciudadanos kurdos, el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ve cómo el número de sus miembros va decreciendo cada vez más, según informó esta semana la prensa turca.
Entre las últimas iniciativas puestas en marcha por el gobierno del AKP están el establecimiento de relaciones amistosas con la administración autónoma kurda del norte de Irak, la puesta en marcha de un canal de televisión público que emite 24 horas en lengua kurda, o la apertura de departamentos de lengua y literatura kurda en las principales universidades de Turquía, por poner algunos ejemplos.
La investigación puesta en marcha sobre el caso Ergenekon también ha perjudicado la imagen del PKK, al revelar a través de numerosas pruebas y testigos la existencia de estrechos vínculos entre la organización terrorista y el grupo "Ergenekon", un grupo de ideología ultranacionalista con ramificaciones en el estado y el ejército. Dentro de esos vínculos puestos al descubierto durante la investigación y el juicio puestos en marcha sobre el caso Ergenekon, están las relaciones existentes entre la organización paramilitar de la gendarmería turca conocida como JİTEM -responsable durante los 80 y 90 de cientos de asesinatos no resueltos de kurdos- y el PKK, incluyendo al propio líder histórico de la organización, Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999 en la isla prisión de İnmralı.
La prensa turca aseguraba esta semana, citando fuentes del norte de Irak, que al menos 1.500 miembros del PKK han huido de sus bases en la región. Según esas mismas fuentes, hay actualmente cientos de terroristas del PKK en el norte de Irak dispuestos a regresar a Turquía y rendirse a las fuerzas de seguridad turcas. De hecho, en los últimos 10 años más de 4.500 miembros han abandonado el PKK y se han unido a las fuerzas peshmerga de la administración kurda iraquí.
Mientras hasta hace no pocos años el PKK conseguía alistar cada mes entre 250 y 300 personas en Turquía, la cifra ha caído en los últimos tiempos hasta sólo unas 35 al mes. Según la información que manejan fuentes de los servicios secretos turcos, el PKK cuenta en la actualidad con tan sólo unos 3.500 miembros.
El PKK debe deponer las armas e irse de Irak
Un comandante kurdo de la administración autónoma kurda de Irak pidió a la organización terrorista PKK que depusiera las armas y que se fuera del norte iraquí, una región montañosa que el PKK utiliza como base desde la que lanzar ataques transfronterizos en territorio turco.
"El PKK debe darse cuenta del hecho de que no conseguirá nada recurriendo a las armas. Los kurdos no pueden conseguir su libertad matando dos o tres soldados de Turquía e Irán", declaró Mam Rostam, comandante kurdo iraquí, quien añadió que las actividades terroristas del PKK perjudican a los kurdos que viven tanto en Turquía como en Irak.
Sus declaraciones llegan en respuesta a las amenazas vertidas por el PKK hacia las autoridades iraquíes, después de que Turquía, EE.UU. e Irak decidieran aumentar su cooperación contra el PKK y crear un centro de coordinación anti-terrorista en la provincia de Arbil, al norte de Irak. El PKK también ha criticado severamente y amenazado a las autoridades de la administración autónoma kurda del norte de Irak, acusándolas de "traidores" por su creciente colaboración con Turquía para acabar con la presencia del PKK en su territorio.
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