
ANKARA
El nuevo gobierno nacionalista surgido tras las recientes elecciones parlamentarias en la República Turca del Norte de Chipre (KKTC, por sus siglas en turco) se muestra pesimista acerca de que las actuales negociaciones con el gobierno grecochipriota puedan conducir finalmente a una reunificación de la isla mediterránea.
"La parte grecochipriota está creando problemas incluso sobre las cuestiones más pequeñas. No soy optimista acerca de una solución, aunque quiero que la haya", dijo el ministro de exteriores turcochipriota Huseyin Özgürgün durante una conferencia de prensa con motivo de su visita a Ankara. "Mientras las conversaciones de paz continúen no nos levantaremos de la mesa (de negociaciones), pero no pueden continuar por siempre", dijo Özgürgün, quien volvió a reclamar un calendario de negociaciones que ponga presión sobre la parte grecochipriota para alcanzar un acuerdo.

El actual presidente turcochipriota, Mehmet Ali Talat (que fue elegido por el gobierno turcochipriota ahora en la oposición) ya ha insinuado que podría retirarse de las negociaciones si no se consigue un acuerdo para 2010. Su posición es especialmente delicada en unas negociaciones ya de por sí muy difíciles y en las que ambas partes se acusan casi continuamente de poner obstáculos para los más mínimos progresos. El UBP posee ahora una cómoda mayoría en el parlamento turcochipriota que le permitiría, llegado el momento, bloquear cualquier futuro acuerdo conseguido por Talat.
Un aspecto de la situación actual que permite cierto optimismo es que Turquía ya ha advertido al nuevo gobierno del UBP contra la posibilidad de que obstaculice cualquier acuerdo sobre Chipre. A este respecto, el gobierno grecochipriota -que rechaza por completo cualquier idea que no pase por la reunificación de la isla- ha asegurado que bloqueará el ingreso de Turquía en la UE mientras no haya un acuerdo para reunificar Chipre.
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