Başbuğ, menos mediático e impulsivo que su predecesor, es también un reputado general conocido por su pragmatismo y su defensa del laicismo.
ANKARA
El general Yaşar Büyükanıt dió ayer jueves el relevo al general İlker Başbuğ como Jefe del Estado Mayor del segundo mayor ejército de la OTAN. Büyükanıt, que deja el puesto como máximo responsable del ejército turco por jubilación, dió así el relevo oficial al hombre que en las últimas semanas ha despertado la curiosidad de toda la prensa nacional e internacional por saber cuál será la línea que seguirá en relación con su predecesor.
Durante la ceremonia de traspaso del mando que tuvo lugar en Ankara, Başbuğ afirmó la posición del ejército turco en favor de la democracia y del secularismo y destacó el papel que el laicismo ha tenido en la consolidación de la misma en comparación con otros países de la zona, especialmente aquellos de población mayoritariamente musulmana. "El orden secular se ha convertido en la fuerza conductora del desarrollo de la democracia turca", dijo el general turco, quien además añadió en referencia al terrorismo -destacado por ambos generales como uno de los principales problemas que afronta Turquía- que las operaciones contra el PKK continuarán tanto en suelo turco como en el norte de Irak.
Perfil del nuevo hombre fuerte de las Fuerzas Armadas Turcas
Başbuğ, de 65 años, es originario de la provincia de Afyon, situada al oeste de Anatolia, y está casado y con dos hijos. Sirvió como oficial de infantería y tiene experiencia en diplomacia internacional, por lo que habla inglés fluidamente. Es conocido por ser un lector prolífico que acostumbra a seguir detenidamente cada día la actualidad mundial a través de la prensa internacional. Formado en la OTAN, antes de asumir la jefatura del Estado Mayor Turco ocupaba el cargo de comandante de las Fuerzas de Tierra, puesto que asume ahora el general Işık Koşaner, quien a su vez está previsto que dé el relevo a Başbuğ en 2010.
Si bien Başbuğ se ha pronunciado en varias ocasiones, en línea con su predecesor el general Büyükanıt, acerca de la amenaza que supone el ascenso del Islam político contra el estado laico y la revolución de Atatürk, se espera que el nuevo jefe del Estado Mayor Turco distancia al ejército de la política y aborde las cuestiones de la actualidad turca desde una perspectiva más fría y prudente. Además, la ofensiva contra el PKK y las consecuencias de la reciente crisis en el Cáucaso ocuparán probablemente su agenda al menos durante los próximos meses.
A este respecto, el general Başbuğ subrayó durante la ceremonia que tuvo lugar ayer la importancia de la lucha contra el PKK y el cada vez menor apoyo que la organización armada tiene entre la población de la región sureste del país, principal zona de choques entre el PKK y el ejército turco. Başbuğ tiene gran experiencia en la lucha contra el terrorismo y ve esta cuestión como una prioridad, por lo que está determinado a continuar las acciones militares contra el PKK; no obstante, su visión sobre el conflicto no se reduce únicamente al ámbito militar y es consciente de que la solución pasa también por otros ámbitos. "El terrorismo sólo puede ser eliminado a través de acciones coordinadas en áreas como la economía, el ámbito socio-cultural, el trabajo psicológico, y medidas en foros internacionales así como en el área militar" dijo en Ankara. Además está previsto que realize una visita a la región sureste de Turquía para subrayar la importancia que concede al problema del terrorismo kurdo.
En cuanto a las relaciones con el gobierno, Başbuğ concede mucha importancia al diálogo y es menos amigo de ofrecer declaraciones a los medios sobre cuestiones de actualidad que su predecesor. No obstante los analistas coinciden en que el primer ministro Erdoğan tendrá en frente a un "rival" de su talla, menos impulsivo y por ello menos manejable que Büyükanıt, y que no dudará en marcarle el territorio al gobierno del AKP aunque de manera mucho más sutil que el anterior jefe del ejército.
A nivel internacional, Başbuğ defiende unas buenas relaciones con Estados Unidos en el marco de la OTAN pero siempre anteponiendo los intereses turcos; no ha dudado en el pasado en criticar al gobierno norteamericano por su falta de acciones concretas contra el PKK, si bien el reciente cambio de postura del gobierno de Bush en esta cuestión -proporcionando inteligencia militar sobre las bases del PKK en el norte de Irak- ha contribuido a mejorar su opinión al respecto. Una postura parecida es la que se espera respecto a la Unión Europea, en línea con la tradición del ejército turco de defender la no injerencia en los asuntos internos de Turquía.
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