Moratinos, de visita en Turquía, fijó además para abril de 2009 una reunión de alto nivel para establecer una relación estratégica entre Turquía y España.
ANKARA (Hispanatolia)
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó ayer lunes que uno de los objetivos de España durante la presidencia de turno de la UE que tendrá lugar durante el primer semestre de 2010 será hacer que el proceso de negociaciones para la entrada de Turquía en la UE sea "irreversible".
Moratinos manifestó este compromiso en una rueda de prensa con su homólogo turco, Ali Babacan, durante su visita a Ankara en la que ambos anunciaron que la primera reunión de alto nivel entre España y Turquía será en abril de 2009, con el fin de sentar las bases de una relación estratégica. Los dos ministros expresaron la voluntad de estrechar los lazos en ámbitos como el económico y el cultural, aunque hicieron especial hincapié en fortalecer la lucha antiterrorista con la futura firma de algunos acuerdos.
Después de asegurar que la relación con Turquía atraviesa un "excelente" momento, Moratinos reiteró el apoyo de España para que el país euroasiático forme parte algún día de la UE. "España siempre ha apoyado, apoya y apoyará en todo momento el ingreso de Turquía en la UE. Es el gran desafío histórico que tiene la UE y ese desafío lo tenemos que ganar todos", declaró.
Según Moratinos, la meta es que el proceso de negociaciones que hay en curso sea "irreversible" en 2010 durante el semestre de mandato español de la UE, para "avanzar y consolidar" una relación que "lleve a Turquía a ser miembro de la familia europea", lo que concita aún recelos en varios socios comunitarios.
Entre los obstáculos que aún tiene que superar, está el de su conflicto con Chipre, o la adecuación de la democracia turca a los estándares políticos de la UE.
Según Moratinos, Turquía es en la actualidad una "garantía de paz para el mundo" por su gran influencia en zonas inestables como Oriente Medio y el Cáucaso, lo que se ha demostrado además claramente durante el último conflicto entre Rusia y Georgia -donde la diplomacia turca jugó un papel mediador fundamental- o en las recientes negociaciones de paz entre Israel y Siria, auspiciadas también por Turquía.
El ministro de exteriores turco, Ali Babacan, agradeció por su parte a España que siempre haya respaldado las aspiraciones europeístas de su país de forma "sincera y continua". Ambos ministros se congratularon del paso cualitativo que supondrá la primera reunión de alto nivel prevista para abril del próximo año, que presidirán sus respectivos jefes de gobierno, Recep Tayyip Erdoğan y José Luis Rodríguez Zapatero, quienes además co-patrocinan la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, apadrinada además por la ONU. Precisamente esa cumbre se celebrará en Estambul coincidiendo con el II Foro de la Alianza de Civilizaciones.
"Turquía es un país con el que queremos tener una relación privilegiada. Compartimos el mismo compromiso de paz y estabilidad", señaló el jefe de la diplomacia española.
Uno de los asuntos de interés común es intensificar la colaboración contra el terrorismo, del que son víctimas ambos países. Moratinos explicó que la solicitud de Turquía es hacer que esta cooperación sea más "sistemática e institucionalizada" con la firma de varios acuerdos, que podrían concretarse en la cumbre de Estambul.
En el encuentro, ambos ministros hablaron además del proceso euromediterráneo, cuyas instituciones se definirán en una reunión ministerial de los países de la región los próximos días 3 y 4 de noviembre en Marsella. Turquía ve con buenos ojos que Barcelona sea sede del secretariado, aunque Babacan no quiso pronunciarse en público a favor de la candidatura española.
Antes de regresar a Madrid, Moratinos se reunió con el Presidente de la República Turca, Abdullah Gül, con quien también repasó los principales asuntos bilaterales y regionales. Sobre la cuestión de Chipre, Gül agradeció el apoyo de España a encontrar una salida negociada que reunifique la isla, y expresó su deseo en que se pueda dar con una solución "buena para todos".
Además durante la visita quedó patente el interés común de ambos países de incrementar los intercambios comerciales, que en 2007 alcanzaron los 7.000 millones de euros. España considera a Turquía, cuya población supera los 70 millones de habitantes, un mercado con amplias posibilidades en sectores como la energía, la construcción o las infraestructuras. La intención es aprovechar los diversos procesos de privatización que hay en marcha en Turquía para liderar proyectos como el de la construcción de la primera línea de tren de alta velocidad entre Estambul y Ankara, en el que participan OHL y CAF.
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