Un estudio de la inteligencia norteamericana prevé que Turquía jugará un papel clave en toda la región en 2025, y afirma que la adhesión de Turquía a la UE determinará la proyección internacional de Europa.
ESTAMBUL
Turquía jugará un cada vez más importante papel en la escena internacional en línea con su creciente poder político y económico y establecerá un nuevo modelo en las relaciones con el mundo musulmán, según desvela un reciente informe de la inteligencia estadounidense sobre predicciones para el mundo en 2025.
El informe, titulado “Tendencias Globales 2025” y publicado por el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC) fue hecho público el pasado jueves durante una conferencia de prensa en Washington. Mathew Burrows, portavoz del NIC, dijo que Turquía tenía el potencial de convertirse en un actor mucho más importante en la escena internacional. “(Turquía) está jugando de nuevo un papel clave geopolíticamente, como encrucijada no sólo entre Oriente Medio y Europa Occidental, sino también en un sentido norte-sur con Rusia e Irán y con el resto del mundo”, dijo Burrows según un comunicado hecho público en la web oficial del NIC.
Este tipo de informes son publicados por el NIC cada cuatro años para dar a los dirigentes estadounidenses una perspectiva acerca de los problemas que vienen y de las posibles oportunidades. El informe de este año hace énfasis en que los países cuya proyección internacional más crecerá serán China, India y Rusia, que además serán las naciones con mayor influencia global individual.
“Esperamos, sin embargo, ver cómo el poder político y económico de otros países –tales como Indonesia, Irán y Turquía- se incrementa igualmente. Aunque el crecimiento de ningún otro estado puede igualar el impacto del ascenso de estados tan populoso como China y la India, otros países con economías de un gran desarrollo potencial –Irán, Indonesia y Turquía, por ejemplo- podrían jugar un papel de creciente importancia en la escena internacional, y especialmente en el establecimiento de nuevos modelos de relaciones con el mundo musulmán”, dice el informe.
“En Oriente Medio, el laicismo, que ha sido considerado también como una parte integral del modelo occidental, podría ser visto cada vez más como fuera de lugar a medida que los partidos islámicos se hagan más populares y posiblemente comiencen a acceder al gobierno. Como en la Turquía actual, podríamos ver tanto un incremento en la islamización como un mayor énfasis en el crecimiento económico y la modernización”, añade el informe del NIC, que subraya además que la cuestión de la adhesión de Turquía a la UE será una prueba del enfoque exterior de Europa entre ahora y hasta 2025.
“Las crecientes dudas acerca de las oportunidades de Turquía (en la UE) probablemente ralentizarán su implementación de reformas políticas y en derechos humanos. Cualquier rechazo rotundo tiene el riesgo de tener amplias repercusiones, reforzando los argumentos en el mundo musulmán –y también entre las minorías musulmanas de Europa- de que Occidente y el Islam son incompatibles. El crimen podría ser la más grave amenaza dentro de Europa a medida que las organizaciones transnacionales euroasiáticas –con su involucración en temas de energía y recursos minerales- se vuelvan más poderosas y amplíen su ámbito de actuación. Uno o más gobiernos en Europa Central y del Este podrían caer presa de su dominio”.
“Indonesia, Turquía y un Irán libre del gobierno de los ayatolás –estados que son predominantemente islámicos, pero que se sitúan fuera del núcleo árabe- aparecen bien situados para un creciente papel internacional. Un clima de creciente confianza en la política macro-económica permitiría que sus capacidades económicas naturales florecieran. En el caso de Irán, será necesaria una reforma política radical”, sugiere el informe.
El informe del NIC añade que “el reciente récord de crecimiento económico de Turquía, la vitalidad de la emergente clase media turca y su situación geoestratégica aumenta la perspectiva de un creciente papel regional en Oriente Medio. Debilidades económicas tales como su gran dependencia de recursos energéticos externos podría ayudar a estimularla hacia un mayor papel internacional a medida que las autoridades turcas busquen desarrollar sus lazos con suministradores de energía –incluyendo vecinos cercanos como Rusia e Irán- y reforzar su posición como un corredor energético. Durante los próximos 15 años, el rumbo más probable de Turquía implica una mezcla de las corrientes islámicas y nacionalistas, que podría servir como un modelo para otros países que se están modernizando rápidamente en Oriente Medio”.
“En Oriente Medio, el laicismo, que ha sido considerado también como una parte integral del modelo occidental, podría ser visto cada vez más como fuera de lugar a medida que los partidos islámicos se hagan más populares y posiblemente comiencen a acceder al gobierno. Como en la Turquía actual, podríamos ver tanto un incremento en la islamización como un mayor énfasis en el crecimiento económico y la modernización”, añade el informe del NIC, que subraya además que la cuestión de la adhesión de Turquía a la UE será una prueba del enfoque exterior de Europa entre ahora y hasta 2025.
“Las crecientes dudas acerca de las oportunidades de Turquía (en la UE) probablemente ralentizarán su implementación de reformas políticas y en derechos humanos. Cualquier rechazo rotundo tiene el riesgo de tener amplias repercusiones, reforzando los argumentos en el mundo musulmán –y también entre las minorías musulmanas de Europa- de que Occidente y el Islam son incompatibles. El crimen podría ser la más grave amenaza dentro de Europa a medida que las organizaciones transnacionales euroasiáticas –con su involucración en temas de energía y recursos minerales- se vuelvan más poderosas y amplíen su ámbito de actuación. Uno o más gobiernos en Europa Central y del Este podrían caer presa de su dominio”.
“Indonesia, Turquía y un Irán libre del gobierno de los ayatolás –estados que son predominantemente islámicos, pero que se sitúan fuera del núcleo árabe- aparecen bien situados para un creciente papel internacional. Un clima de creciente confianza en la política macro-económica permitiría que sus capacidades económicas naturales florecieran. En el caso de Irán, será necesaria una reforma política radical”, sugiere el informe.
El informe del NIC añade que “el reciente récord de crecimiento económico de Turquía, la vitalidad de la emergente clase media turca y su situación geoestratégica aumenta la perspectiva de un creciente papel regional en Oriente Medio. Debilidades económicas tales como su gran dependencia de recursos energéticos externos podría ayudar a estimularla hacia un mayor papel internacional a medida que las autoridades turcas busquen desarrollar sus lazos con suministradores de energía –incluyendo vecinos cercanos como Rusia e Irán- y reforzar su posición como un corredor energético. Durante los próximos 15 años, el rumbo más probable de Turquía implica una mezcla de las corrientes islámicas y nacionalistas, que podría servir como un modelo para otros países que se están modernizando rápidamente en Oriente Medio”. NOTICIAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:
No hay comentarios:
Publicar un comentario