El comisario para la ampliación considera que Turquía debe retomar en 2009 el camino de las reformas y que debe alcanzarse un acuerdo que ponga fin a la división en Chipre.
BRUSELAS
Turquía debe superar sus divisiones internas y retomar las reformas a principios del nuevo año para mostrar seriamente que quiere unirse a la Unión Europea, dijo durante una reciente entrevista el comisario europeo para la ampliación, Olli Rehn, quien advirtió a los países candidatos del Sur y Este de Europa que no usaran la crisis financiera como un pretexto para aparcar las reformas exigidas por la UE. Además, Rehn declaró que 2009 debe ser también el año para un acuerdo en Chipre.
"El próximo año será una importante prueba de fuego acerca de si Turquía va en serio sobre la perspectiva de adhesión a la UE. Tras uno o dos años de dificultades domésticas, esperamos que Turquía emprenda ahora una nueva marcha y comience seriamente de nuevo a continuar con las reformas", dijo Rehn.
Turquía comenzó las negociaciones para la adhesión en 2005, pero sus progresos han sido hasta la fecha lentos y sólo tiene abiertos 10 de los 35 capítulos necesarios para completar las negociaciones. Los analistas consideran sin embargo que la culpa no es sólo de los problemas políticos internos en Turquía, sino también de la falta de los países miembros de la UE de un compromiso y un mensaje claro sobre la adhesión turca, un aspecto sobre el que no pocos dirigentes europeos han llegado a insinuar que Turquía podría quedar fuera de la UE aunque llegase a cumplir todos los requisitos acordados. Este tipo de mensajes contradictorios desde la UE, unido a los problemas del gobierno del AKP con los sectores laicos más estrictos de la sociedad turca -que a punto estuvieron de provocar su ilegalización ante el Tribunal Constitucional- han llevado al primer ministro Erdoğan y su gabinete a aparcar durante mucho tiempo las reformas y a buscar una mayor conciliación con los sectores políticos y sociales kemalistas, que en general recelan de las reformas y de un mayor acercamiento a la UE.
Rehn señaló además que resultaba fundamental para Turquiá reformar su Constitución y mejorar la libertad de expresión para situarse en línea con los estándares de la UE, así como aumentar los derechos religiosos y culturales de las minorías. Rehn se refirió también al acuerdo para una ley de asociación comercial entre la UE y Turquía, que actualmente está siendo bloqueada por sindicatos y empresarios turcos, y dijo que resultaba esencia aprobar esa legislación para continuar con el proceso de adhesión de Turquía al bloque comunitario.
"Cuanto antes mejor, pero como máximo tras las elecciones locales de marzo, Turquía debería reanudar totalmente las reformas", sentenció Rehn.
2009, el año de Chipre
El Comisario para la Ampliación de la UE, Olli Rehn, se refirió también a la cuestión de Chipre diciendo que 2009 debe ser el año en que se llegue a un acuerdo completo sobre la isla, y urgió a todas las partes -especialmente a Turquía- a intensificar sus esfuerzos y a llegar a un acuerdo beneficioso para las dos comunidades en que se divide la isla desde 1974. Algunos responsables de la UE han insinuado que el logro de un acuerdo para la reunificación en Chipre podría ser fundamental para acelerar el proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea.
"No estamos para presionar. Estamos para facilitar", dijo Reh. "Es importante para todo el mundo, pero Turquía es uno de los jugadores clave; han apoyado el proceso, sí, pero es importante que todos intensifiquemos nuestro apoyo político para un acuerdo en Chipre", dijo Rehn.
"Espero que el próximo año sea el año de Chipre y de un acuerdo completo. Necesitamos reunificar la isla para que Chipre pueda ser como un estado miembro de la UE normal, unido y en paz", agregó Rehn. "El próximo año será una oportunidad abierta crucial para eso, eso es por lo que invertiremos ciertamente todos los recursos mentales y personales que se necesiten para dar ese apoyo".
Un acuerdo no exento de dificultades
Aunque perseguido durante décadas por la comunidad internacional, la posibilidad de lograr un acuerdo de reunificación en la isla se truncó en 2004, cuando tras largas negociaciones los grecochipriotas rechazaron un plan elaborado por Naciones Unidas, que sí fue aprobado por los turcochipriotas. Ese mismo año, poco después del fracaso del plan de la ONU, la UE admitió la candidatura de Chipre y la isla ingresó como miembro de pleno derecho de la Unión, pero sólo representada por la parte sur de la isla, de mayoría griega. La comunidad turca del norte de la isla, que constituye la República Turca del Norte de Chipre, quedó excluida hasta que no se lograse la reunificación de la isla. Este hecho ha sido criticado numerosas veces no sólo por los turcochipriotas, que consideran que están siendo marginados y sus derechos vulnerados por la UE -no en vano fue la parte griega de la isla quien rechazó la reunificación-, sino también por Turquía, quien se queja de que el ingreso del gobierno grecochipriota en la UE ha acabado con la neutralidad que pudiera tener Bruselas en la cuestión de la reunificación de Chipre. Además, el gobierno turco asegura que los grecochipriotas está usando su derecho a veto en la UE como chantaje para presionar a Turquía, tanto en lo que se refiere a la isla como en las conversaciones de adhesión de Ankara al bloque comunitario.
En las últimas semanas tanto el gobierno turco como los dirigentes turcochipriotas han pedido a la UE que presione a los grecochipriotas para que aceleren las conversaciones de reunificación. Turquía considera que con el respaldo de la UE y su posición de ventaja respecto a la comunidad turca de la isla, los grecochipriotas no tienen prisa por llegar a un acuerdo de paz en Chipre. Además 2 de los 6 escaños del Parlamento Europeo de los que dispone Chipre están reservados a los turcochipriotas, pero estos no pueden acceder a ellos -ni a las subvenciones de la UE- mientras el gobierno grecochipriota de Nicosia siga sin avanzar en las conversaciones de reunificación y ostente -irrealmente- la representación del conjunto de Chipre ante la UE.
Aunque la victoria de Christofias en las últimas elecciones presidenciales grecochipriotas ha favorecido un nuevo acercamiento de posturas entre ambas comunidades de la isla -lo que condujo al inicio de unas nuevas conversaciones de reunificación en septiembre de 2008-, los líderes de ambas comunidades se han acusado en las últimas semanas de socavar el frágil proceso de paz. Unas declaraciones realizadas por Grecia y el gobierno grecochipriota calificando de "invasión" y "ocupación" la intervención militar turca en el norte de la isla en 1974 (producida tras un golpe de estado grecochipriota que derivó en limpiezas étnicas contra la comunidad turca de la isla), así como recientes disputas por exploraciones petrolíferas llevadas a cabo por el gobierno de Nicosia en aguas de la isla, cuya territorialidad es uno de los puntos de las conversaciones actuales según denuncian los turcochipriotas, han puesto de manifiesto que a pesar de la intención manifiesta por ambas partes de llegar a un acuerdo éste no será nada fácil.
Además ambas comunidades están de acuerdo en que la reunificación pasa por el establecimiento de una federación de dos estados en Chipre, pero hay desavenencias acerca de cómo funcionaría ese hipotético gobierno federal y el grado de autoridad y autonomía que tendría cada comunidad. Otras cuestiones importantes pendientes de acuerdo son, por ejemplo, las referidas a derechos de propiedad, garantías de seguridad, o el retorno de los refugiados. A todo esto, hay que añadir que cualquier acuerdo que se alcance por ambos gobiernos de la isla deberá ser aprobado en sendos referéndums que serán celebrados simultáneamente y por separado en la parte griega y turca de la isla, tal y como ya ocurrió en 2004.
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