ADIYAMAN (TURQUÍA)
Los trabajadores chinos empleados en la construcción de una central hidroeléctrica en la provincia suroriental de Adıyaman se han convertido un elemento más de las bodas que se celebran en la zona, donde los turcos los acogen como otros invitados más.
Los chinos trabajan en una presa que se está construyendo sobre el Río Göksu, en el distrito de Tut (Adıyaman), cerca de la gran Presa de Atatürk. Tras una dura jornada de trabajo una buena opción es buscar entretenimiento, pero el área no ofrece mucha diversión. Por eso los trabajadores chinos suelen pasar su tiempo libre en el centro de Tut, donde sin duda alguna el mejor entretenimiento puede encontrarse en las bodas que se celebran en la zona.
Las bodas son fáciles de encontrar en Tut, ya que allí sólo existe un recinto habilitado para ese tipo de celebraciones. Así que los trabajadores chinos de la presa no consideran necesario las invitaciones y se apuntan a todas las bodas que se celebran en el distrito, sacando fotos y felicitando a los novios como si de otros invitados más se tratase, y sin amedrentarse a la hora de bailar típicas danzas turcas y anatolias con el resto de asistentes.
"No hace falta invitarlos, sólo hay un recinto para bodas en Tut. Cuando descubren que va a haber una boda, vienen se les invite o no. Tratamos de acoger a nuestros invitados chinos lo mejor que podemos. La vida social en nuestro distrito es muy limitada, asi que nuestras bodas se han convertido en un entretenimiento para ellos", contaba Hasan Akaslan, padre del novio de una de las bodas. Hasan comenta que para comunicarse con los chinos -que no hablan turco- utilizan gestos con las manos, y asegura que con mucha práctica, han conseguido bailar bastante bien el "halay" y otras danzas típicas de la región.
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