ANKARA
El Tribunal Constitucional Turco anunció en la tarde del viernes su decisión -por unanimidad y tras más de dos años de examinar el caso- de ilegalizar el partido nacionalista kurdo DTP por vínculos con la organización terrorista PKK, una decisión que para muchos no supone ninguna sorpresa, a pesar de las repercusiones que pueda traer.
Fue el presidente del Tribunal Constitucional, Haşim Kılıç, quien anunció el veredicto final en una esperadísima comparecencia ante la prensa en la tarde del viernes, tras unas deliberaciones que se iniciaron el martes. "Se ha decidido que el DTP será clausurado bajo los Artículos 68 y 69 de la Constitución y la Ley de Partidos Políticos, dado que los actos y declaraciones hechos por el partido se han convertido en un foco para el terrorismo y contra la integridad indivisible del estado", declaró Kılıç a los periodistas.
Los fundadores del partido, incluyendo a su líder Ahmet Türk y otros importantes parlamentarios como Aysel Tuğluk (antigua presidenta del partido), Nurettin Demirtaş, Leyla Zana y Selim Sadak, no podrán según la sentencia ejercer actividad política alguna durante cinco años, ni tampoco fundar, administrar, supervisar o formar parte de ninguna otra formación política durante este tiempo. Türk y Tuğluk perderán sus escaños tan pronto como se publique el veredicto en el Boletín Oficial del Estado.
En una comparecencia de prensa tras el anuncio de la decisión -que entró en vigor en la noche del mismo viernes-, el líder del DTP Ahmet Türk anunció que todos los diputados del DTP en en el parlamento turco dimitirán tras la decisión. "Turquía está atravesando un proceso, y creemos firmemente que un día estará preparada. La democracia y la paz se convertirán en una realidad", declaró Türk. "Turquía no resolverá el problema (kurdo) cerrando este partido. Mi lucha no terminará con la clausura del partido", agregó el presidente del DTP.
"Un partido tiene que distinguir entre el terrorismo y la paz"
El presidente del Constitucional, Haşim Kılıç, rechazó las críticas por el momento en que se produce el veredicto -cuando está en pleno debate la iniciativa democratizadora pro-kurda del gobierno- descartando cualquier vinculación con el proyecto del ejecutivo. "Este caso ha durado más de dos años. Nunca hemos hecho consideraciones u opinado con respecto al proceso democratizador", dijo.
Kılıç, en sus consideraciones tras hacer pública la sentencia, quiso dejar claro que en cualquier democracia un partido político no tiene derecho a recurrir a acciones o declaraciones que apoyen el terrorismo o la violencia. "Un partido político tiene que distinguir entre los mensajes a favor del terrorismo y los mensajes pacíficos. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos es claro en este punto", declaró a los periodistas el presidente del tribunal, quien subrayó que cuando un partido político intenta legitimar el terrorismo y la violencia atenta contra los principios más básicos. "Si no actúan así (rechazando la violencia), no tienen derecho a pedir mejoras de la sociedad".
Fue Abdurrahman Yalçınkaya, fiscal jefe de la Corte Suprema de Apelaciones, quien presentó una demanda ante el Tribunal Constitucional el 16 de noviembre de 2007 pidiendo la ilegalización del partido nacionalista kurdo DTP bajo la acusación de que se había convertido en un foco de actividades separatistas y que mantenía vínculos con la organización terrorista PKK, violando así la ley de partidos políticos.
El Tribunal examinó toda la documentación presentada tanto por el fiscal como por los abogados del partido, incluyendo varios discursos hechos por altos cargos del DTP tanto en el parlamento como en actos electorales, en los que se elogiaba la figura de Abdullah Öcalan (líder del PKK) y se justificaban los actos terroristas por parte del PKK.
Continúa la violencia
Precisamente ayer viernes, coincidiendo con la decisión del alto tribunal, un grupo de miembros del PKK profería varios disparos contra soldados turcos que patrullaban la zona en la localidad de Şemdinli de la provincia fronteriza de Hakkari, en el extremo sureste de Anatolia, hiriendo a tres de ellos. A principios de esta semana, una unidad del PKK emboscó en una carretera de montaña a una patrulla militar matando a siete soldados en la provincia de Tokat, en la Anatolia Central.
Seguidores del PKK continuaron el viernes con las protestas en varias ciudades del sureste de Turquía, incluyendo Hakkari, donde arrojaron piedras contra varias viviendas de familiares de soldados y provocaron pequeños incendios, obligando a la policía a responder con cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Reacciones en Turquía
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan, en declaraciones previas a la publicación de la setencia, acusó al DTP de respaldar al PKK pero prometió seguir adelante con el proyecto democratizador pro-kurdo que pretende dar más derechos culturales a la minoría kurda de Turquía, a pesar de las duras críticas por parte de la oposición nacionalista, que acusan a Erdoğan de querer socavar la unidad del país.
Erdoğan se quejó de que el DTP, que respaldaba los esfuerzos del gobierno, estuviese obstaculizando seriamente el proyecto con declaraciones encendidas -especialmente en los últimos días- amenazando con "regresar a las montañas con el PKK" u otras similares en las que se referían a Öcalan como "nuestro líder" o calificaban de "héroes" a los miembros del PKK. El ejecutivo del partido AKP puso en marcha ya varias iniciativas que incluyen un canal de la televisión pública TRT que emite 24h en kurdo, la apertura de departamentos de filología kurda en varias universidades del país o el fin de muchas restricciones en el uso de la lengua kurda; pero todo el país se indignó cuando la entrega el pasado mes de octubre de una treintena de miembros del PKK procedentes de las montañas del norte de Irak -que se acogieron a una amnistía del gobierno- se convirtió en todo un espectáculo en manos del DTP, que los recibió como héroes y organizó una manifestación con banderas y cánticos a favor del PKK. La imagen causó un gran escándalo en toda la sociedad turca y fue aprovechada por la oposición para arremeter contra los intentos del gobierno por dar más derechos a los kurdos.
Precisamente los dos principales partidos de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido del Movimiento Nacional (MHP), han sido los que más firmemente han respaldado la sentencia del Tribunal Constitucional tanto en su decisión final como en sus argumentos para ordenar la clausura del DTP, a quien la sociedad turca viene considerando mayoritariamente desde hace tiempo el portavoz político del PKK. Otros partidos políticos se han mostrado también de acuerdo con el veredicto del alto tribunal; así el vice presidente del Partido de la Izquierda Democrática (DSP), Hasan Macit, declaró que aunque el DSP se opone en principio a la ilegalización de partidos políticos sin duda el DTP merecía ser ilegalizado por varios actos y declaraciones que ha llevado a cabo últimamente.
La única formación política que se ha mostrado más reticente a la decisión ha sido precisamente el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). En declaraciones hechas al diario Zaman tras conocer la decisión, el diputado de origen kurdo y antiguo vice presidente del partido Dengir Mir Mehmet Fırat lamentó que esta no sea la primera vez que se ilegaliza un partido político en Turquía, y rechazó las comparaciones que se han hecho con el caso de Batasuna en España.
"Turquía se ha convertido en un cementerio para partidos políticos clausurados. Ilegalizar partidos políticos no trae ningún beneficio a Turquía. El Tribunal Constitucional establece en su decisión un paralelismo con el caso de Batasuna en España, pero en mi opinión ese ejemplo no es aplicable", dijo Fırat, quien no obstante quiso esperar a conocer la publicación del razonamiento de la setencia. El propio AKP estuvo a punto de ser ilegalizado el año pasado por el Constitucional después de que el mismo fiscal lo acusase de violar los principios laicos de la República.
El conocido escritor turco de origen kurdo Ümit Fırat declaró, tras conocer la sentencia, que en su opinión la iniciativa democratizadora pro-kurda puesta en marcha por el gobierno de Turquía se verá seriamente perjudicada tras la decisión del Tribunal Constitucional.
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