El escritor sueco Henning Mankell, que formaba parte de la "Flotilla de la Libertad" que fue atacada en la madrugada del lunes cuando se dirigía a Gaza, negó tal como afirma Israel que portasen armas y aseguró que los soldados llegaron disparando en plena noche y maltrataron a algunos de los prisioneros.
"No dudaron en atacarnos con violencia mortal, dispararon a personas que dormían. Por mucho que los israelíes griten que han encontrado armas, eso es una estupidez. En el barco en el que yo viajaba encontraron un arma, mi maquinilla de afeitar. Me la sacaron y la mostraron... eso indica a qué nivel estaban", aseguró el escritor y dramaturgo sueco, reconocido internacionalmente por su serie de novela negra sobre el inspector Wallander.
Mankell, que llegó el martes por la noche a Gotemburgo junto con otra decena de activistas suecos procedente de Tel Aviv, después de que Israel accediera a liberar a la mayoría de los más de 700 activistas detenidos tras el ataque, no dudó en acusar al estado hebreo de "secuestro" y "piratería" por violar la legislación internacional. "Muy lejos de la frontera, en aguas internacionales, nos atacaron a las 4:30 de la mañana con helicópteros, botes fueraborda y barcos. Muchísimos soldados subieron a bordo y secuestraron barco por barco", señaló el escritor en declaraciones a un diario sueco.
Al llegar a tierra, Mankell asegura que fueron llevados a carreras "entre gran cantidad de militares dando gritos de júbilo", que los encarcelaron a todos acusándolos de querer entrar ilegalmente en Israel. "No es cierto, ninguno quería ir a Israel", afirmó Mankell. "Todos negamos, naturalmente, cualquier tipo de delito. Yo los acusé de piratería, secuestro y asesinato", señaló el novelista sueco, que no dudó además en calificar el bloqueo de Gaza como "ilegal y contra el derecho internacional", comparándolo con una "cárcel al aire libre".
Mankell no obstante dijo que al menos la acción había conseguido algo positivo, no sólo por atraer la atención sobre Gaza sino también porque ahora Israel estába totalmente aislado frente a la comunidad internacional.
El célebre escritor sueco mostró no obstante su preocupación por los compañeros que aún permanecían encarcelados, por cuya seguridad mostró su preocupación y por eso dijo que no haría más declaraciones para evitar represalias por parte los israelíes.
Otro de los activistas suecos que regresó anoche a su país es el diputado verde Mehmet Kaplan, que calificó los días de su cautiverio en Israel como "horribles", "bizarros" y "surrealistas", y acusó a Israel de "piratería". Kaplan, junto con sus compañeros suecos, denunciaron que el artista sueco-israelí Drod Freiler -presidente de Judíos por la Paz Israelí-palestina- recibió numerosos golpes y patadas en la cabeza por parte de los soldados israelíes al negarse a entregar su pasaporte, mientras otros militares grababan en video toda la escena regocijándose.
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