Repitamos primero la noticia: "La fecha de apertura de la iglesia armenia Surp Haç de la Isla Ahtamar en Van, que fue restaurada el pasado año pero permanece sin abrirse, ha sido pospuesta por tercera vez. En una declaración escrita del gobernador de Van fue anunciado que la Iglesia de Ahtamar, cuya restauración ha sido completada, será abierta al turismo el 11 de abril. También se dijo que la ceremonia de apertura, a la que asistirán personajes de ámbito internacional, será organizada por el gobernador de Van y el Ministerio de Turismo."
Hace diez años, señalé a los funcionarios públicos de Van con mi obra, "el batallón de trabajadores de Ahtamar", y dije: "En vez de crear "monstruos" para atraer turistas, fíjense en las vistas históricas que hay frente a sus ojos. ¿Por qué necesita uno tantos pasos erróneos? Van es un paraíso de patrimonio histórico. ¿Por qué no nos sentamos y pensamos sobre cómo restaurar esta región? "Los armenios vendrán" dicen ellos. ¿Y qué? Déjenlos venir y ver los lugares de sus ancestros. ¿Qué hay de malo en eso?"
Y añadí: "Si necesitan ayuda, estamos preparados para ayudar. ¡Oh historia! ¡Oh futuro! La juventud de Turquía, Armenia y la diáspora son voluntarios. "El batallón de trabajadores de Ahtamar" está preparado para sus órdenes... Sépanlo. "Vamos, no restauren la iglesia de Ahtamar meramente como un edificio. Restauren también nuestras deshechas almas". Al final, después de 10 años, la restauración de Ahtamar está finalmente acabada. Nos encantaría ver a Turquía y a Armenia cooperar en esta restauración. Pero, desafortunadamente no fue el caso.
En cualquier caso, uno necesita mencionar y dar gracias por el meticuloso trabajo del director del proyecto, Cahit Zeydan, que intentó traer expertos de Armenia para consultarles, y fue capaz de involucrar al arquitecto turco-armenio Zakarya Mildanoğlu en el proyecto. Lo hicieron lo mejor que supieron, fue un gran trabajo. Sin embargo los burócratas y los políticos lo estropearon. No fueron capaces de llevar a cabo la apertura de la iglesia. Primero pospusieron la inauguración, que fue anunciada para el 4 de noviembre de 2006, hasta abril de 2007 a causa de "condiciones climatológicas". Luego Atilla Koç, el ministro de turismo, anunció que la ceremonia tendrá lugar el 24 de abril. Después vinieron las reacciones a los planes de Koç. El patriarca armenio Mutafyan declaró "ningún armenio, incluido yo mismo, asistiría a la ceremonia que tendrá lugar el 24 de abril."
La pasada semana el asunto fue discutido en el Parlamento. El diputado de Izmir del CHP, Erdal Karademir, preguntó si mantener la ceremonia de apertura el 24 de abril, aniversario del genocidio armenio, era el resultado de una política específica del partido AKP. La prensa nacionalista, por otro lado, llevó la apertura de la iglesia a sus titulares como "La traidora inauguración en Van." Y ahora la fecha se ha anunciado para el 11 de abril.
No podría situarse una buena labor con peor trayectoria de mejor manera. El motivo oculto imposible de ocultar no podría ser más revelador. Una verdadera comedia... Una verdadera tragedia... El gobierno no ha sido capaz todavía de formular una correcta aproximación a la "questión armenia". Su verdadero objetivo no es resolver el problema, sino ganar puntos como un luchador en una prueba. Cómo y cuándo hará el correcto movimiento y derrotará a su oponente. Esa es su única preocupación. Esto no es serio.
El estado llama a los historiadores armenios para discutir historia, pero no se avergüenza de poner dificultades a aquellos de sus propios intelectuales que tienen una retórica no ortodoxa sobre el genocidio armenio. Restaura una iglesia armenia en el Sudeste, pero sólo piensa, "¿Cómo puedo usar esto para beneficios políticos en el mundo, cómo puedo venderlo?" El cambio de la inauguración de la iglesia de Ahtamar al 24 de abril es una clara indicación de este pensamiento deshonesto. ¡Y ahora presten atención!
Mientras el rechazo procedente del bando nacionalista e incluso del patriarcado armenio a la fecha de la inauguración crea una oportunidad para corregir el error, una ironía de la historia aparece en la escena.
La ironía dice, "Ya que habéis mostrado irresponsabilidad, dejad que me sume a ella", y revela que la nueva fecha elegida, el 11 de abril, sigue siendo el 24 de abril!
El 11 de abril del año 1915 es exáctamente el 24 de abril actual, debido a la diferencia entre el antiguo y el nuevo calendario.
No sorprenda que la fecha del 24 de abril es una adición posterior a la literatura armenia, con la llegada del nuevo calendario turco. Esa fecha, en la que los intelectuales y líderes armenios fueron enviados al olvido, fue efectivamente el 11 de abril de 1915.
Ahora la cuestión permanece: Aquellos que han encontrado el 24 de abril problemático y han optado por el 11 de abril en su lugar, ¿se decidirán a cambiar de nuevo las fechas? O uno podría preguntarlo de este modo: ¿Estáis seguros? ¿Es esta vuestra decisión final?
Hrant Dink nació en Malatya, al sureste de Turquía, en 1954. A los 7 años se trasladó con su familia a Istanbul. Se educó en colegios armenios, y posteriormente se graduó en Zoología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Istanbul. Continuó luego su educación en Filosofía en la misma universidad. Desde 1996 trabajaba como columnista y editor jefe del periódico semanal AGOS, conocido por ser la voz de la comunidad Armenia en Istanbul. Trató de hacer de su periódico una voz democrática y crítica en Turquía, así como de hacer incapié en las injusticias cometidas con la comunidad armenia por la opinión pública. Uno de los principales objetivos del periódico AGOS es contribuir al diálogo entre los pueblos turco y armenio, así como entre sus respectivos países. Hrant Dink participaba en numerosas plataformas democráticas y organizaciones sociales.
2 comentarios:
Pablo,
Gracias por la nota es muy reveladora.
Quisiera que desde tu blog puedas ayudar a que la sociedad turca se reconozca a si misma y valore en su punto justo la agresividad de su cultura hacia sus minorías étnicas.
No es verdad que el Art. 301 mató a Dink. Aboliéndolo no se soluciona el problema. El problema es muy profundo, es cultural.
Solo si la sociedad (intelectuales y periodistas) comienzan a reconocerse, podrá Turquía ser un país realmente Democrático y digno de ingresar en Europa.
El reconocimiento del Genocidio Armenio, entonces será solo parte de este proceso.
Saludos cordiales.
Carlos
Creo que tienes buena parte de razón en lo que dices, Carlos. No obstante no me gusta hacer generalizaciones, y menos en este caso.
Es mucho el camino que le queda por recorrer a la sociedad turca, y es bien cierto que existe un nacionalismo exacerbado en buena parte de ella que la lastra; un nacionalismo que en mi humilde opinión es fruto de muchos miedos que se remontan a la época del fin del sultanato, cuando Turquía estuvo a punto de desaparecer como país y como pueblo...
Pero creo que hay también una parte creciente de la sociedad turca cada vez más deseosa de superar la etapa de las leyes contra la libertad de expresión y del intervencionismo de los militares, partidaria de una mayor apertura a Europa y al mundo. Es sólo cuestión de tiempo, probablemente, aunque habrá altibajos y obstáculos y dificultades, como pasa en todas partes... Pero no se puede juzgar a toda una nación por los actos irresponsables y fanáticos de unos pocos de sus individuos, de igual modo que no sería justo decir aquí que todos los vascos son terroristas asesinos, o que todos los españoles somos unos salvajes que tiramos cabras desde las torres de los campanarios...por poner sólo algunos ejemplos. No me parece justo. En España tuvimos hasta hace sólo tres décadas un nacionalismo igualmente exacerbado (y mejor no escarbar mucho ahora...), donde se perseguía a cualquier minoría que no entrase en la cultura "oficial" y se perseguía a quien clamase contra ello... Ciertamente las leyes son producto del sentir de parte de una sociedad -o al menos de su clase dirigente-, pero no estaría de más repasar nuestra historia reciente antes de juzgar apresuradamente a la sociedad turca.
En cuanto a la discusión sobre el llamado "genocidio armenio", creo que es algo que corresponde debatir sólo a ambos implicados -Turquía y Armenia-, y que cualquier posicionamiento a favor o en contra de una u otra opción sólo ayuda a enturbiar más el problema y a poner más trabas aún para la reconciliación. El propio Hrant Dink no era partidario de estos posicionamientos, y en particular de las posiciones más radicales de la diáspora armenia.
Gracias por tu comentario, y un saludo.
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