ESTRASBURGO
El ministro de exteriores de Suecia, país que ostenta actualmente la presidencia de la Unión Europea, rechazo durante una sesión del Parlamento Europeo los habituales argumentos empleados por algunos países para rechazar el ingreso de Turquía y advirtió contra las consecuencias "de proporciones históricas" que eso tendría para la UE.
Carl Bildt, ministro de Asuntos Exteriores sueco, participaba hace unos días en un debate sobre la estrategia de ampliación de la UE en el Parlamento Europeo, donde varios europarlamentarios argumentaron que sus opiniones contrarias al ingreso de Turquía como miembro de pleno derecho se limitaban a hacerse eco de la "opinión pública europea". Bildt contestó entonces diciendo que la ampliación de la UE debería ser una cuestión estratégica, no de opinión pública, y recordó que jamás la Unión había basado sus sucesivas ampliaciones en la aprobación o no de la opinión más o menos favorable de sus ciudadanos sino atendiendo a sus intereses y estrategias y a una "visión de futuro", al tiempo que recordó que el proceso de ampliación constituía una de las principales herramientas de política exterior y estabilidad con que contaba la UE.
"Todos somos conscientes de que hay quienes en nuestras respectivas opiniones públicas (de cada país miembro) preferirían simplemente cerrar la puerta a todos (los países candidatos), esperando que la cuestión desaparezca, y optar por una idea mucho más cerrada de lo que es Europa. Yo soy de los que están convencidos sin embargo de que esto sería un error de proporciones históricas, cuyas consecuencias nuestra Europa arrastraría durante mucho, mucho tiempo", dijo Bildt.
"Su entrada a nuestra Unión pude que algunas veces parezca muy lejana. Algunos de ellos (de los países candidatos) tendrán que recorrer un largo y difícil camino de reformas. Pero en el momento en que esa puerta sea cerrada, otras fuerzas abrirían sus puertas, y bien podríamos ver estas partes de Europa alejarse en direcciones que con el tiempo podrían tener consecuencias negativas para todos nosotros", advirtió un elocuente Bildt, quien aprovechó en su intervención para elogiar la llamada "iniciativa democrática" puesta en marcha por el gobierno turco, que incluye una serie de medidas para resolver el conflicto kurdo en el sureste del país.
Una encuesta recientemente publicada que fue llevada a cabo en cinco países de la Unión Europea revelaba que una mayoría de ciudadanos europeos, incluso en aquellos países que oficialmente respaldan el ingreso de Turquía como por ejemplo Reino Unido, rechazarían la entrada del país euroasiático en la UE si se celebrase hoy día un referéndum sobre la cuestión. Si bien nunca antes se ha promulgado una consulta para el ingreso de ningún país y no es una opción contemplada en los criterios de adhesión, varios políticos conservadores franceses han prometido celebrar un referéndum sobre el ingreso de Turquía aunque el país cumpla todos los criterios exigidos por Bruselas para su ingreso en la UE.
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