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viernes, 29 de diciembre de 2006

La CE apoya la decisión de líderes turcochipriotas de derribar un puente fronterizo en Nicosia


BRUSELAS, 29 (EP/AP)
El comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn, apoyó hoy la decisión de los líderes tucochipriotas de derribar un puente peatonal en Nicosia, símbolo de la división de la isla de Chipre, en un intento de reabrir el distrito comercial de la capital a ambas comunidades, al tiempo que prometió una partida de 100.000 euros para establecer un puesto de control fronterizo en la calle de Ledra.


"Doy la bienvenida al anuncio de los líderes de la comunidad turcochipriota de que el puente peatonal situado en la calle Ledra será derribado", aseguró Rehn, quien asimimo se mostró esperanzado de que dicha decisión "de paso al rápido inicio de las obras que permitan la apertura de un paso fronterizo en su lugar lo antes posible".


Nicosia es la última capital europea dividida en dos comunidades por una zona de seguridad patrullada por la ONU y que supone una barrera de incomunicación entre el norte turcochipriota y el sur grecochipriota.


Uno de los puntos de la capital que servía de paso entre ambas comunidades, además de constituir una de las principales zonas comerciales de Nicosia, cruza la calle Ledra, la misma calle en la que a lo largo de un recorrido de 60 metros discurre parte de la zona de seguridad implantada por la ONU, que asimismo ha estado cerrada al paso durante más de 20 años, rodeada por un muro de contención construido por los grecochipriotas en su lado.


En el último año, las autoridades de ambas comunidades han intentado cerrar un acuerdo para reabrir el paso fronterizo en la calle Ledra y que constituiría el quinto punto de acceso creado entre el norte y sur de la isla desde 2003.


No obstante, el puente peatonal de la calle Ledra fue construido por los turcochipriotas en noviembre de 2005 y fue fuertemente criticado por la comunidad grecochipriota que alegó que el puente beneficiaba al Ejército turcochipriota haciéndose con un punto estratégico en la zona de seguridad marcada por la ONU.


El presidente de la comunidad turcochipriota, Mehmet Ali Talat, anunció ayer el derribo del puente peatonal, cuyas obras de demolición, subrayó, comenzarían hoy en un intento de promover la cooperación entre ambas comunidades. Sin embargo, el Ejecutivo grecochipriota se niega a abrir su lado del paso fronterizo en la calle Ledra hasta que la comunidad turca dé más pasos.


Chipre fue dividida en 1974 al invadir Turquía el tercio norte de la misma en respuesta al fallido golpe de Estado de quienes propugnaban la unión de la isla con Grecia.

Turquía considera que los iraquíes deben pensárselo muy bien antes ejecutar a Sadam



EFE-El ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdula Gul, aseguró hoy que los iraquíes tienen que pensárselo muy bien antes de ejecutar a Sadam Husein.


Gul agregó a los medios de información: 'El juicio y la ejecución de Sadam Husein es un asunto interno de los iraquíes. Ellos saben como tratar dicho problema. Nosotros no interferiremos'.


Sin embargo, comentó inmediatamente después que su ahorcamiento podría conducir a un aumento del caos y advirtió de que los iraquíes 'tienen disputas y problemas entre ellos'. Y añadió: 'Les recomendamos que se lo piensen muy bien (antes de ejecutarlo)'.


En una evaluación del año 2006 realizada por Gul al canal de televisión turco NTV, aseguró que Turquía desea ver el final de la violencia en Irak e insistió en que la división del país causará problemas, no sólo a los iraquíes, sino también a los vecinos y a todo el mundo.


'En caso de división la actitud de los vecinos de Irak cambiará. Ahora estamos de acuerdo en la unidad y la integridad de Irak. Todos decimos lo mismo. Pero si Irak es dividido, entonces tendremos diferentes actitudes', comentó Gul.


Asimismo, Gul no descartó una eventual incursión de su ejército para combatir las milicias del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), que también operan en Turquía.'Haremos todo lo que sea necesario para prevenir el terror', dijo el jefe de la diplomacia turca.

jueves, 28 de diciembre de 2006

Ministros y militares turcos reiteran su compromiso para ingresar en la UE



ANKARA, 28 (EP/AP)
Varios ministros y generales turcos reiteraron hoy el compromiso de Ankara para ingresar en la Unión Europea, aunque subrayaron que el bloque de los todavía Veinticinco no debería imponer condiciones adicionales a Turquía.
En este sentido, ministros y generales se reunieron en el seno del Consejo de Seguridad Nacional con el objetivo de debatir la reciente decisión de la UE, siguiendo la recomendación de la Comisión Europea, de congelar de forma parcial las
negociaciones de Adhesión de Turquía a la UE en ocho de los 35 capítulos debido a la negativa de Ankara de aplicar el Protocolo de Ankara que exige la apertura de puertos y aeropuertos turcos a todos los miembros de la UE, incluido Chipre, a quien Turquía no reconoce.
En un breve comunicado emitido al término de la reunión, el Consejo de Seguridad Nacional sostiene que "el país mantiene su compromiso con el objetivo de ingresar en la UE" y, en este sentido, confirmó que Turquía "continuirá trabajando para conseguir ese objetivo con determinación".
No obstante, los "criterios y medidas que no fueron aplicados a otros países no deberían aplicarse a Turquía, (ya que) obstaculizan como Chipre (el proceso), y no tienen nada que ver con el proceso de (Adhesión), no deberían ser marcados", reza el comunicado.
Por otra parte, Turquía insiste en que sólo abrirá sus puertos y aeropuertos a los chipriotas una vez que se levante el embargo internacional contra el Estado turcochipriota, no reconocido por la comunidad internacional.

martes, 19 de diciembre de 2006

UE/Turquía- Gul insiste en que Ankara sigue comprometida con el proceso de adhesión y critica a la UE por su decisión


ANKARA, 19 (EP/AP)
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Abdulá Gul, insistió hoy en que Turquía sigue comprometida plenamente con el proceso de adhesión a la Unión Europea, pero acusó a los Veinticinco de actuar contra el espíritu de las relaciones con su país al congelar parcialmente las conversaciones la semana pasada.


"La decisión no se corresponde con el corazón y el espíritu de las relaciones", afirmó Gul en rueda de prensa, evaluando la decisión el jueves pasado de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco de congelar parcialmente las conversaciones de adhesión debido a la negativa de Ankara a abrir sus puertos y aeropuertos a Chipre, cuyo Gobierno no reconoce Turquía.


"Turquía está plenamente comprometida con el proceso de adhesión de la UE", señaló Gul, asegurando que "la población turca lo apoya". Turquía insiste en que sólo abrirá sus puertos y aeropuertos una vez que se ponga fin al aislamiento de la República Turca de Chipre Norte (RTCN, sólo reconocida por Ankara).


"Desgraciadamente, en esta coyuntura, la UE está demostrando falta de miras", afirmó Gul, subrayando que "no son conscientes de su propia grandeza o importancia". No obstante, Gul prometió continuar con el proceso de reformas para mejorar la situación de los Derechos Humanos, así como los sistemas legal, económico y social para cumplir con los estándares de la UE.


"Somos conscientes de nuestras propias carencias", admitió Gul, para quien "el camino a seguir está claro". "Turquía sabe lo que necesita hacer y lo haremos por nuestra propia voluntad", concluyó.



Gul crítica la 'confusión' en la visión de futuro de la UE


EFE-El ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdulá Gul, criticó hoy de nuevo la reciente suspensión parcial de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, y atribuyó esta decisión a la 'confusión' en la política de futuro europea.


Gul, en una conferencia de prensa en Ankara, declaró que 'la Unión Europea atraviesa una crisis interna. Varios de sus miembros están tan confundidos que no pueden ver su propia importancia y grandeza'. 'Parece que el importante papel que deben desempeñar en los asuntos mundiales ha sido debilitado. Esta es la verdadera razón detrás de su postura hacia Turquía', señaló. Pese a todo agregó que ésta 'confusión y falta de estrategia para el futuro es temporal', y consideró que 'cuando la UE esté preparada vendrá a (negociar) con nosotros', y que 'lo más importante es que estemos dispuestos cuando vengan a (conversar) con nosotros'.


El jefe de la diplomacia turca insistió en que la exigencia de la UE de que Turquía abra sus puertos y aeropuertos a la República de Chipre (miembro de la UE no reconocido por Ankara), 'es sólo una excusa'. 'Personalmente sé muy bien que este asunto es una excusa', subrayó. Gul reiteró que 'Turquía está dispuesta a aplicar el protocolo de Ankara, pero la UE no ha aplicado su decisión del 26 de abril de 2004 de poner fin al aislamiento de los turco-chipriotas', en alusión a la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC), sólo reconocida por el Gobierno turco. 'La UE no ha puesto en práctica dicha decisión. El problema del protocolo lo ha causado esta situación. Esperamos que en 2007 asuman su responsabilidad y levanten el aislamiento' de la RTNC, recalcó. Gul recordó que el problema de Chipre 'ha estado en manos de Naciones Unidas desde hace 40 años', e insistió en que 'su solución justa y duradera debe encontrarse en la ONU. Los Greco-chipriotas deben ser convencidos de eso'.


Gul considera que la UE 'se ha equivocado al admitir la adhesión de la República de Chipre, un país que no ha resuelto sus problemas fronterizos e internos. De este modo la UE no puede ser una parte neutral en lo que se refiere a la cuestión chipriota'. 'Ahora, cuando Turquía se esfuerza para (solucionar) problemas en Irak, Afganistán y el Líbano, así como cuestiones relacionadas con el terrorismo y la energía, la UE se esfuerza en largas reuniones en adoptar medidas contra Turquía', agregó. El ministro turco elogió una reciente declaración del primer ministro británico, Tony Blair, sobre la posibilidad de organizar vuelos directos entre Londres y el aeropuerto turco-chipriota de Ercan, y declaró que 'esto puede significar el fin del aislamiento' de la RTNC.


Pese a todo, Gul reafirmó que su país seguirá adelante con el proceso de reformas 'en favor de los derechos humanos y la democracia en nuestro país'. 'La UE comprenderá la importancia de Turquía. Verán que sin Turquía no podrán ser una potencia mundial en asuntos relativos a la energía y la seguridad. Ahora hay algunos que no reconocen esto, pero esta es una situación temporal', concluyó.



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Un tribunal turco absuelve a la escritora İpek Çalışlar, acusada de "insultar" a Ataturk


ESTAMBUL, 19 (EP/AP)
Un tribunal turco abolvió hoy a la escritora İpek Çalışlar, a la que se había acusado de "insultar" al 'padre de la patria', Mustafa Kemal Atatürk, y que se enfrentaba por ello a una posible condena de cuatro años y medio de cárcel.

El pasado mes de agosto, la fiscalía turca presentó acusación formal contra Çalışlar por "insultar" a Atatürk en una biografía sobre su esposa.

Su caso sucede a una serie de escritores también acusados, y posteriormente absueltos, por delitos relacionados con la libertad de expresión, entre los que se encuentra el último Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk.

lunes, 18 de diciembre de 2006

OPINIÓN

REHABILITANDO A PAMUK


SUAT KINIKLIOĞLU (artículo publicado el 13 de diciembre de 2006 en el diario Turkish Daily News, traducido del inglés original)


Primero empezó con entrevistas conducidas por Hadi Uluengin y luego Yasemin Çongar en los EE. UU. Luego, la mayoría de nuestros medios de comunicación hicieron lo mismo. Estos días no pasa un sólo día sin que haya una noticia sobre Pamuk. Pamuk llegando a Turquía; Pamuk esperando por su equipaje en el aeropuerto o Pamuk yéndose de Turquía hacia Suecia. Incluso Pamuk pagando su taxa de salida del aeropuerto (como debe hacer cualquier ciudadano turco) se convierte en algo de interés para las noticias. Parecía como si alguien hubiese pulsado en un botón y hubiese consultado a nuestros medios de comunicación para facilitar la rehabilitación de Orhan Pamuk entre la opinión pública turca. Con la excepción de Hürriyet Oktay Ekşi no he podido ver ningún comentario que mostrase algo de sinceridad sobre lo que estaba pasando.
 
A pesar de todos los intentos de los medios de comunicación dominantes en Turquía, a los ojos de la mayoría de los turcos aún queda la sospecha. Y eso con toda la razón. Porque, como el mismo Pamuk sabe bien, sus infames comentarios al periódico suizo Tagesanzeiger dañaron la reputación de Turquía considerablemente. Pienso que Pamuk es un escritor muy creativo. He leído alguno de sus libros y los he encontrado extremadamente buenos. La Nueva Vida me pareció realmente impresionante. Me quedé bajo su influjo durante semanas. No hay duda de que sus libros más recientes han ayudado a atraer un mayor interés internacional hacia Estambul y Turquía. Tiene también mucha habilidad para transmitir las tensiones sentidas por muchos intelectuales turcos -los caprichos de una vida dual entre el Este y el Oeste. Por todo esto, siento un gran respeto por este hombre.
 
Aun así, desde sus infames comentarios persiste una sombra sobre él, su trabajo, y su honestidad intelectual. Una sombra que sentí especialmente cuando estuvo en la CNN Turca, donde pidiendo disculpas de todas las maneras posibles dijo repetidamente que era "malinterpretado". Yo no puedo entender qué estaba tratando de explicar. Después de todo, él proclamó ser una de las pocas personas en Turquía que se "atrevía" a decir que matamos a un millón de armenios y treinta mil kurdos. Estaba realmente perplejo. La verdad, habría sentido más respeto por él si se hubiese atrevido a decirnos a los turcos lo que dijo al diario Tagesanzeiger. Aunque no estoy de acuerdo con él, al menos habría mostrado algo de sinceridad y coherencia intelectuales.
 
Critiqué el Artículo 301 cuando puso a personas como Elif Şafak y Orhan Pamuk en frente de un tribunal por lo que decían o escribían. Hasta hoy, esos casos siguen siendo incompatibles con nuestra democracia y constituyen embarazosas piedras en el camino para nuestras ambiciones con la UE. Además, no necesitamos argumentos jurídicos o artículos en el código penal para ganar el argumento sobre la cuestión armenia. Ganaremos este debate intelectualmente, no a través de juicios. Continuaremos argumentando que los desafortunados acontecimientos de 1915 pueden ser entendidos sólo situándolos dentro del contexto apropiado. Proporcionaremos la evidencia intelectual para explicar que las pérdidas fueron mútuas durante aquellos días existenciales en el frente oriental de la I Guerra Mundial. Nuestra propia honestidad intelectual sabrá ver indudablemente las trágicas pérdidas sufridas por los armenios otomanos. Reconocemos que la estructura social de Anatolia aún tiene que recuperarse de su reubicación en las provincias del Sur del Imperio. Sin embargo, también conmemoramos las pérdidas de cientos de miles de musulmanes otomanos mientras defendían su tierra natal contra los invasores rusos y nacionalistas armenios, que genuinamente creían que podían establecer una Armenia independiente, al igual que los serbios o los búlgaros habían conseguido hacer.
 
Lo que es más desagradable de Pamuk es que a día de hoy no parece entender que sus irresponsables comentarios no ayudaron a la reconciliación entre turcos y armenios. Por el contrario, exageraron el relato armenio y están siendo utilizados eficazmente por aquellos armenios que creen que el único camino para ir más allá en sus aspiraciones nacionalistas es forzar a Turquía a reconocer lo que ellos definen como un "genocidio". Esto es lo que resulta tan ofensivo para nosotros los turcos. Para esos cientos de miles que perdieron sus seres queridos en el frente oriental. Para esos cientos de miles que fueron expulsados de cada rincón del Imperio Otomano. Para esos que tuvieron que dejar sus vidas, sus recuerdos y sus propiedades en los Balcanes, el Cáucaso y el Oriente Medio. Para esos que sufrieron la implacable limpieza étnica en Grecia, Creta, Bulgaria, Bosnia, Albania, Macedonia o el Cáucaso, y que sólo pudieron encontrar refugio en una empobrecida Anatolia. Es cierto, no fuimos capaces de narrar eficazmente nuestras trágicas experiencias. Tampoco supimos exponer el contexto y los acontecimientos de 1915 de una manera apropiada. Aun así, eso no significa que no los hayamos sufrido.

Lo que más me preocupa es que Pamuk no tenía perspectiva de lo que sus palabras significaban y de toda la controversia que podrían suscitar. Observando su actuación en la Academia Nobel parecía haber entendido finalmente que no tiene cabida y credibilidad para hablar sobre la cuestión armenia. Sus repetidos comentarios de que "pertenece a Turquía" o de que "no quiere hablar sobre política" seguramente reflejan una recién adquirida sabiduría. Ha caído en la cuenta de que cuando el polvo se aposiente convivirá entre millones de turcos profundamente ofendidos. No sorprende que quiera mostrar en primer término su lado humano y que él mismo esté distanciándose de sus infames comentarios. Sin embargo, el daño ha sido hecho y será extremadamente difícil para él recuperarse de esto. Puede que Pamuk haya conquistado el mundo de la literatura, pero a los ojos de la nación turca permanecerá manchado con la sombra de sus comentarios. En el discurso ante los Nobel Pamuk se refirió a "descubrir pacientemente nuestras secretas heridas". Dejarle solo con su conciencia podría ser lo mejor para que él reconozca la verdadera extensión de "nuestras comunes heridas".
 
 
Suat Kınıklıoğlu es experto en ciencias políticas y relaciones internacionales, colaborando con varios diarios turcos. Habla fluidamente inglés, alemán, azerbaiyano e incluso ruso, además del turco. Ha colaborado como asesor económico y político en multitud de instituciones; fue director del ANKAM (Centro de Ankara para la Política Turca) y de la revista homónima "Insight Turkey", sobre política exterior de Turquía. Actualmente es director ejecutivo de la oficina del GMF (Fundación Marshall de Alemania) en Ankara.


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Turquía: otra vez en la encrucijada...


Pablo Gómez

La reciente decisión de la UE de congelar 8 de los 35 capítulos que conforman el proceso de negociación sobre la adhesión de Turquía a la Unión, vuelve de nuevo a situar a este país en la encrucijada, en ese lugar donde se juntan y cruzan varios caminos, sin saber cuál seguir. Pero esta encrucijada a la que metafóricamente me refiero no es exclusiva de Turquía, que se ve en ella no precisamente desde hace poco tiempo a causa de sus peculiaridades geográficas, sociales, políticas y económicas; sino que es también la propia UE la que está en ella, y la que ha puesto en evidencia sus debilidades internas e intrínsecas en estas últimas semanas optando por una huída hacia adelante y por pasarle el problema al país candidato, lo que ha evidenciado aún más si cabe el callejón sin salida al que se ha visto abocada la propia Unión Europea, y la debilidad de su posicionamiento.

Turquía ha dado en el clavo al denunciar que la UE es prisionera de los grecochipriotas, aunque para ser más exactos deberíamos decir que es prisionera no sólo de Chipre, sino de todos aquellos países y fuerzas internas a la UE que no desean ver a priori una Turquía de pleno derecho en la UE (Chipre, Grecia, Austria, Alemania, Francia...), pero que tampoco quieren darle un portazo a Ankara por lo que les pudiera ir en ello. Y bien que lo saben. Resulta paradójico que países antaño aliados de los turcos como Francia o Alemania sean hoy día los que presentan mayores recelos, mientras que otros como España o Italia, que en tiempos se batieron contra los otomanos en Lepanto, sean ahora los máximos adalices de su incorporación a la UE. Pero la Turquía de hoy en día es muy diferente de la de entonces, y también lo es Europa. Y sin embargo, ambas lastran problemas que, lejos de solucionarse, han ido postergando hasta llegar a este punto del camino en el que nos encontramos.

Uno de los principales problemas de la Unión Europea es que la PAC (la política agraria común) continúa siendo una de las principales bocas con que alimentar el presupuesto comunitario, y eso condiciona todos los ámbitos de decisiones y, como no, el político. Hace pocos días lo evidenciaba el presidente Frances Jacques Chirac, que decía que la PAC no debía ser la víctima de las ampliaciones (muchos miedos de Francia sobre Turquía vienen de aquí), pero que a la vez reconocía que existía un grave problema institucional en la UE, problema que las negociaciones con Turquía no han acabado sino poniendo en evidencia. Desde sus primeros tiempos fundacionales, con la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA) primero y la Comunidad Económica Europea (CEE) después, los "Estados Unidos de Europa" siempre han profundizado en las reformas de corte económico liberal, abriendo mercados y levantando aduanas, mientras las reformas políticas de base, reformas que hubiesen servido para democratizar realmente una Europa de ciudadanos que se sienten totalmente alejados y ajenos a sus instituciones, además de para facilitar y ordenar la toma de decisiones, se han ido postergando. Para encubrir este fracaso de esa idea de Europa que en el ideario no se limitaba a lo económico, pero que en la práctica ahí se quedaba, la salida más fácil era la huida hacia adelante, la expansión hacia todos aquellos países que pedían entrar en el club rico europeo. Pero esta "solución" sólo ha contribuido a agravar y complicar aún más los problemas de unas instituciones obsoletas, con competencias solapadas y una burocracia hinchada, que fueron diseñadas para una unión mucho más sencilla y, sobre todo, con muchos menos miembros. La UE a 25 es, hoy por hoy, una Torre de Babel casi imposible de dirigir e incapaz de tomar decisiones... y eso, en estos tiempos que exigen decisiones rápidas y difíciles, puede ser hasta peligroso.

Otro problema que se ha presentado a la UE es el contencioso sobre Chipre, que como tantas otras cosas se prefirió en su día cerrar en falso y seguir hacia adelante, en lugar de poner de una vez soluciones sobre la mesa. Esas soluciones, equilibradas y con decisiones justas, consensuadas y aceptadas por ambas partes (Grecia y Turquía) hubieran sido factibles antes de la entrada de la República Griega de Chipre en la Unión en 2004, poco después del fracasado referendum auspiciado por la ONU en el que los grecochipriotas rechazaron la unificación con la parte turca de la isla; pero en lugar de eso la UE optó por incluir a un Chipre dividido (sólo a su parte griega) como miembro de pleno derecho, aun cuando las conversaciones con Turquía estaban ahí y venía siendo una candidata potencial desde hacia décadas. Era sólo cuestión de tiempo que el problema de Chipre saliera a la luz, el tiempo que tardase la UE en exigir a Turquía que aplicase el Protocolo de Ankara, que Turquía firmó a condición de excluir a Chipre: de nuevo, se miró entonces para otro lado y se siguió hacia adelante... Ahora los grecochipriotas están en la Unión con todos los derechos, incluido el derecho a veto, y cualquier solución sobre la isla habrá de ser de su conformidad; esa es una posibilidad que no tiene Turquía, y por lo tanto la solución sobre el futuro de la isla no puede ser planteada en el contexto de las negociaciones sobre la adhesión: no puede ser de igual a igual, ni mucho menos justa. Y esa situación es la que ha denunciado Turquía. Cuando Ankara ofreció abrir sus puertos y aeropuertos a los grecochipriostas, a cambio de que se hiciese lo propio con los de la parte turca de Chipre y de una nueva intervención de la ONU en el problema con el apoyo de la UE, nadie en la Unión Europea se cuestionó la postura de Atenas o de Nicosia respecto al problema; nadie pensó en la racionalidad de la propuesta turca, que pedía por enésima vez el amparo de la ONU; nadie pensó en la locura que llevó a la división de la isla en 1974, cuando un golpe de militares griegos partidarios de la ENOSIS (la unión con Grecia, basada a su vez en el Panhelenismo griego) obligó a la intervención de Ankara para proteger a la pisoteada minoría turca... Turquía no pedía limosna, sino soluciones equitativas. Pero los grecochipriotas no quieren ni oir hablar de la ONU, porque saben que las posibles soluciones no incluyen ni la unión con Grecia ni la subyugación de la población turca de la isla al gobierno griego; de ahí que constantemente se apele al miedo, y que la reacción de Nicosia fuera decir que Turquía estaba tratando de engañar a la Unión, postura que encontró eco rápidamente entre los detractores de Turquía en la UE. Una Unión Europea que se estremece en sus cimientos y mira con recelo ante la llegada del vecino "musulmán", pero que permanece impasible y tuerce esa misma mirada ante la proliferación de personajes como Le Pen, Jörg Haider o Sarkozy en su seno.

El dilema se le plantea también a Turquía, ese país lleno de contrastes que siempre mantiene un pie en Oriente y otro en Occidente. Si bien la población turca mayoritariamente sigue apostando por la entrada de Turquía en la UE como garantía de progreso y democratización, la gente se queja cada vez más -y a veces con razón- de las continuas exigencias de Bruselas en un proceso plagado de obstáculos e inconvenientes. Los turcos ya se sienten parte de Europa (al fin y al cabo, su imperio ocupó toda Europa Oriental hasta el siglo XIX), pero cada vez son más los que piensan que tal vez no sea necesario entrar en el club de la UE para gozar de sus ventajas. Hay otros países europeos que no lo han hecho, sin grandes consecuencias. Paradójicamente, y al contrario de lo que se pueda pensar en Europa, son los islamistas los mayores partidarios de la entrada en la Unión, porque eso les permitiría una mayor libertad religiosa; los kemalistas, por el contrario, herederos ideológicos de Mustafá Kemal Atatürk, ven cada nueva exigencia de Bruselas respecto a las leyes turcas una oportunidad para que los partidarios de una mayor presencia del Islam en la vida pública recuperen terreno. El actual primer ministro Recep Tayyip Erdoğan es un islamista moderado en el que confluye esa paradoja en la que vive actualmente Turquía, esos dos caminos que se van a cruzar -de nuevo- en la encrucijada turca: por un lado se busca realizar las reformas necesarias que permitan la convergencia con los parámetros políticos y sociales vigentes en la UE, y por otro lado se desea profundizar en la recuperación para el Islam de la sociedad y la vida pública de Turquía. Todo ello bajo la atenta mirada del omnipresente retrato de Atatürk, "padre de los turcos", cuyos ideas aún siguen teniendo un peso muy específico para buena parte de la sociedad turca, especialmente en el ejército. Y es que cuando en Europa se oye hablar de la recuperación del Islam en Turquía se piensa en Irak o en Siria; pero cuando nos referimos a Turquía, tales palabras suponen algo tan simple como que las mujeres de la administración puedan llevar pañuelo en la cabeza si lo desean, por poner un ejemplo. Tal es el legado de Atatürk, cuyas decididas y drásticas reformas tras la I Guerra Mundial sacaron a Turquía del caos del sultanato y le evitaron el desastre que hubiera supuesto la ocupación por las potencias europeas que auspiciaba el Tratado de Sèvres. Para evitar aquello Atatürk pensó que lo mejor era emular a aquellas potencias y mirar hacia Occidente, y eso pasaba por relegar a la religión al papel íntimo y eliminar cualquier vestigio de su presencia en la vida pública. Tales medidas, radicales y forzosamente impuestas para una sociedad que hasta entonces se había regido por el Califato y la Sharia (el propio Atatürk rechazó como absurda la propuesta de convertirse en el nuevo Califa), seguramente fueron necesarias en una época en que la sociedad turca estaba muy influenciada por su más inmediato pasado, una época crucial de transformaciones de tal calado como pocos países en el mundo han vivido... Pero aquel espíritu también ha propiciado -o al menos justificado en boca de sus autores- golpes de estado de los militares cuando estos han visto peligrar el laicismo, o leyes contra la minoría kurda (ahora afortunadamente abolidas)... El propio sistema electoral turco, propugnado por el mismo Atatürk para evitar la llegada al parlamento de separatistas kurdos o de islamistas (exige tener al menos el 10% de los votos para obtener representación parlamentaria, lo que posibilita una mayoría con sólo el 20% de los votos), ha provocado en las últimas décadas escenarios políticos muy complicados, aprovechados -paradojicamente- por los islamistas más exigentes para hacerse con el poder, lo que a su vez ha servido de excusa a los militares. El propio AKP de Erdoğan (Partido Justicia y Desarrollo) es un ejemplo, al gobernar con mayoría absoluta con un 34% de los votos. Las contradicciones propias de la herencia de Atatürk no son, sin embargo, más que un reflejo de la propia Turquía. Quizás el futuro pase por revisar ese legado, abiertamente, sin miedos... algo que sería impensable para Turquía sin el respaldo democrático de la UE, atenta a cualquier movimiento de los militares turcos.

Hoy por hoy la idea de una Turquía en manos de fundamentalistas islámicos, que tanto preocupa a algunos en Europa, es una quimera sin sentido; no sólo por la herencia innegable de Atatürk, sino por la propia esencia heterogénea de los turcos, y su caracter afable y tolerante. El propio Erdoğan tiene que ver mucho más ideológicamente con la democracia cristiana europea, y su victoria en las últimas elecciones turcas (las próximas serán en mayo de 2007) no fue sino un exponente del descontento de la sociedad turca con los partidos políticos tradicionales. A pesar de ello, en Europa aún nos echamos las manos a la cabeza cuando asociamos Turquía con Islam, y nos apresuramos a juzgar -con la ayuda de muchos medios de comunicación poco interesados en informar- a 10.000 excéntricos seguidores del Partido de la Felicidad manifestándose contra la visita del Papa en Estambul (una urbe de 15 millones de habitantes) como si de un reflejo de la sociedad turca se tratase...

Son muchos los prejuicios -e intereses ocultos- que ambas partes deben vencer, pero cada vez está más claro que el futuro de la UE pasa por Turquía, al igual que el de Turquía pasa por la UE. Son sin embargo numerosos los obstáculos en el camino, y numerosos también los movimientos en ambos lados interesados en que tal encuentro no ocurra. Otra vez, Turquía -y Europa- en la encrucijada de caminos. Y como dos enamorados confundidos, ambos se necesitan el uno al otro... Pero ambos temen acercarse.


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sábado, 16 de diciembre de 2006

OPINIÓN

¿QUIÉN NECESITA A QUIÉN?


ETYEN MAHÇUPYAN (publicado en el diario turco "Zaman", traducido del inglés original)







Los países miembros de la UE se pondrán de acuerdo sobre una política conjunta acerca de las conversaciones de adhesión con Turquía el 14 de diciembre. Sin embargo, a pesar del contenido de esa decisión, todo el mundo sabe que no será indicativa de un consenso final y la cuestión del acceso de Turquía seguirá sin resolverse.

Hay tantas oportunidades para evitar el acceso de Turquía a la UE en el futuro que es difícil entender la lógica que hay detrás de la resistencia de la UE, que revela defectos en su política respecto a Chipre. Sin embargo, un cuidadoso análisis de este asunto implica un estudio desde el punto de vista contrario, acerca del futuro de la apuesta de Turquía por la UE. Los países de la UE con turcofobia perderán gradualmente apoyos, y los debates sobre la identidad de la Unión Europea convergirán en una noción de "europeanismo" en los próximos años, cuando los Estados Unidos probablemente elijan un gobernante demócrata después de la administración Bush. Además, la oposición liberal en Israel ganará fuerza y el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Turquía habrá tenido varios años de experiencia bajo su cinturón como responsables del gobierno de Turquía.

Estos sucesos tendrán lugar cuando se vuelva difícil políticamente evitar el acceso de Turquía a la Unión Europea. Este año podría ser la última oportunidad para sabotear la europeización de Turquía y la secularización de Europa. Consecuentemente, ambas partes están afrontando una coalición de grupos escépticos a las ideas democráticas.

La gente que piensa en términos de nación-estado continúa percibiendo el asunto en el sentido del compromiso recíproco. El pensamiento liberal es incapaz de proveer sentido común sobre este tema porque lo que esta forma de pensar ve como solución es dejarlo en manos de instituciones superiores de arbitraje, o iniciar un pacto que ambas partes tengan que aceptar. Desafortunadamente, estos métodos no pueden crear un nuevo mundo. A largo plazo esto lleva a ambas partes a sentir que han perdido, urgiéndolas a centrarse en sus propios intereses. Los supuestos en los que ambas partes ganen son posibles sólo en una atmósfera democrática en tiempos cruciales y de decisiones a largo plazo, porque sólo en una situación como esta ambas partes pueden renunciar a sus posiciones recíprocamente, acercarse con un tercer planteamiento basado en la sinergía y crear una atmósfera de confianza mútua.

El problema es que el pensamiento democrático en ambas partes es aún minoritario. Aceptar a Turquía dentro de Europa es hacer crecer a Europa y, de hecho, democratizar Turquía. La institucionalización de este proceso en un contexto global implica que la democratización sería una transformación sin marcha atrás. Por lo tanto, el reciente debate acerca de quién necesita a quién es la evidencia de la actual superficialidad, porque desde un aspecto geopolítico no sería lógico decir que Occidente necesita a Turquía más que lo que Turquía necesita a Occidente. En el lado contrario, teniendo en cuenta que Europa no es la única representante de Occidente, el papel de la Unión Europea no puede ser evaluado por sí mismo ignorando a los Estados Unidos. Sin embargo, y más importante aún, hay simetría entre los lados sociales y geopolíticos: en términos de estabilizar un sistema democrático, es difícil aseverar que un lado necesita más al otro lado. El problema de la democracia en Turquía implica problemas más urgentes y fundamentales, pero ambas partes gozan de debilidades crónicas y fragilidades en lo que se refiere al futuro. Finalmente, y a menos que se interiorice un sistema democrático, nadie debería experar de un país o de una unión de países que se convierta en un poder geopolítico.
 
Filosóficamente y políticamente, la Unión Europea y Turquía no han necesitado nunca tanto el uno del otro como se necesitan ahora. Y los líderes europeos no ignoran este importante hecho.


Etyen Mahçupyan es un conocido periodista e intelectual turco, y con frecuencia ejerce de columnista en varios periódicos turcos. Cristiano de origen armenio, fue profesor de Ciencia Política en la Universidad de Ankara y es autor de nueve libros. Es también jefe del programa de democratización de TESEV (Fundación para los Estudios Económicos y Sociales de Turquía).


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Visita de Tony Blair a Turquía


Blair comienza en Turquía su viaje por Oriente Próximo para impulsar el proceso de paz en la región

ANKARA, 16 (EP/AP) El primer ministro británico, Tony Blair, llegó ayer, viernes, a Turquía, comenzando un viaje a Oriente Próximo con la intención de potenciar el proceso de paz entre israelíes y palestinos.Blair voló a la capital de Turquía desde la cumbre europea en Bruselas para mantener un encuentro con el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, que está liderando los complejos movimientos del país para entrar en la UE.El portavoz del primer ministro británico consideró a Turquía como el país clave para resolver el conflicto entre Israel y los territorios palestinos, 'por su influencia en la región y por su estatus como un estado musulmán moderado'.

Además de Ankara, está previsto que Blair visite otras capitales de la región en los próximos días, en un intento de impulsar el paralizado proceso de paz entre israelíes y palestinos, y para ganarse también el reconocimiento en política exterior, más allá de la polémica guerra de Irak.La oficina del primer ministro no ha querido revelar los detalles de su itinerario por razones de seguridad, pero está previsto que Blair se reúna con el primer ministro israelí, Ehud Olmert y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.

 

Blair insta a Turquía a que continúe con su intento de adherirse a la UE

AGENCIAS

El primer ministro británico, Tony Blair, insistió hoy en Ankara en la importancia de que Turquía siga con sus intentos para lograr la adhesión a la Unión Europa (UE), "pese a los obstáculos que puede encontrar en el camino".

"Pese a las dificultades que afronta la adhesión de Turquía a la UE, es importante (que Ankara) continúe los intentos para lograrlo", afirmó Blair.

Conflicto palestino-israelí

Además Blair y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, subrayaron la importancia de que se resuelva el conflicto palestino-israelí y aseguraron que colaborarán para encontrar una solución.

No hay nada más importante que encontrar una solución para Oriente Medio

"No hay nada más importante que encontrar una solución para el conflicto de Oriente Medio para el bien de la región y del mundo", afirmó Blair.

El jefe del Gobierno británico, que después de Turquía viajará a Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Israel y los Territorios Palestinos, dijo que Erdogan "ha sido muy activo en Oriente Medio", tras sus recientes visitas a Jordania, Irán y Siria, y añadió que ambos intercambiarán opiniones después de que termine su gira.

Erdogan, por su parte, expresó la disposición de su país a mediar entre los palestinos y los israelíes si ambas partes del conflicto lo piden para intentar resolver la "actual crisis".



Erdogan califica de "gran injusticia" la decisión de la UE de congelar las conversaciones con Turquía

ANKARA, 16 (EUROPA PRESS)

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó hoy de "gran injusticia" la decisión tomada por la Unión Europea de congelar parcialmente las conversaciones con su país para su posible futura adhesión.

"La decisión del Consejo de la UE es una gran injusticia con Turquía", señaló Erdogan durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, Tony Blair.

Los líderes de los Veinticinco decidieron el jueves paralizar parcialmente las conversaciones de adhesión de Turquía por su rechazo a abrir los puertos y aeropuertos a Chipre, cuyo Gobierno no es reconocido por Ankara.

Mientras, Blair consideró que la situación estratégica de Turquía la convierte en una figura importante para la estabilidad en Oriente Próximo y "para el futuro de Europa". "Turquía está situada entre Oriente Próximo y Europa, si necesitábamos otro recordatorio" de su importancia estrategia, agregó el primer ministro británico.

Asimismo, Blair anunció que su país comenzará a realizar vuelos directos a la autoproclamada República Turca de Chipre Norte (RTCN), en apoyo a Turquía.



La adhesión de Turquía ayudaría a Oriente Próximo, según Blair

ANKARA (Reuters) - El primer ministro británico, Tony Blair, reiteró el sábado su apoyo a la entrada de Turquía en la Unión Europea, y aseguró que la ubicación estratégica del país musulmán podría ayudar a lograr la paz en Oriente Próximo.

La de Blair fue la primera visita de un líder europeo a Ankara después de que las negociaciones de afiliación fueran parcialmente suspendidas por la negativa de Turquía de abrir sus puertos y aeropuertos al tráfico con Chipre.

"Turquía está situada justo entre Oriente Próximo y Europa y (...) su importancia estratégica para la UE es lo que está ocurriendo actualmente en Oriente Próximo", dijo Blair en una rueda de prensa en Ankara con su homólogo turco.

Turquía, que ha registrado un fuerte crecimiento económico, es considerada como un puente entre Occidente y los países islámicos.

El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, ha impulsado mayores lazos políticos con Oriente Próximo, sobre todo a través de sus frecuentes visitas a la región, incluyendo a Siria e Irán.

Además, Turquía es uno de los pocos países musulmanes que mantiene una estrecha relación con Israel.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Conclusiones tras la cumbre de jefes de estado de la UE


Blair insiste en la importancia de continuar las negociaciones con Turquía

AGENCIAS

El primer ministro británico, Tony Blair, aseguró hoy que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que terminó hoy en Bruselas 'ha dado un paso muy firme a favor de la ampliación' a pesar de las dificultades del proceso, y destacó la importancia de continuar las negociaciones con Turquía para mejorar las relaciones entre Occidente y el mundo musulmán.

'Para los intereses de la UE y de Reino Unido en la escena internacional es cada vez más importante que continuemos el proceso de adhesión de Turquía, que no cerremos la puerta a Turquía', destacó Blair en declaraciones a los periodistas al final de la cumbre. 'Por su puesto los criterios para entrar a la UE tienen que aplicarse a Turquía igual que a cualquier otro, pero tenemos que reconocer que (su adhesión) es no sólo importante para Turquía sino también en las relaciones más amplias entre Occidente y el mundo musulmán', enfatizó el primer ministro británico. 'Creo que es muy importante que mantengamos el impulso para la adhesión en Turquía, teniendo en cuenta todas las dificultades que hay, pero creo que es importante para Turquía, para Europa y para todo el mundo', afirmó.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco ratificaron hoy la decisión de suspensión de 8 de los 35 capítulos de negociación con Turquía por la negativa del Gobierno de Ankara a admitir a Chipre en sus puertos y aeropuertos. El ministro de Asuntos Exteriores finlandés y presidente de turno del Consejo, Erkki Tuomioja, no descartó en todo caso que antes de finales de año pueda abrirse un nuevo capítulo de negociación con Turquía porque los Veinticinco 'han delimitado claramente en qué cuestiones pueden continuar las negociaciones y en cuáles se han suspendido'. 'Aquellas que no se han suspendido deben seguir con normalidad', recalcó.


 
Chirac insiste que la negociaciones con Turquía serán "largas y difíciles" por las legítimas exigencias de la UE

BRUSELAS, 15 (EUROPA PRESS)

El presidente francés, Jacques Chirac, insistió hoy en que las negociaciones con Turquía serán "largas y difíciles" debido a las "legítimas y naturales exigencias" de la Unión Europea hacia el país candidato. En la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo celebrado hoy en Bruselas Chirac recordó que Francia considera que la entrada de Turquía en la UE es "difícil" porque se trata de una "gran apuesta", pero que es necesaria "para la estabilidad y el desarrollo del conjunto de la región".

"Francia siempre se ha mostrado a favor de las negociaciones con Turquía sabiendo sin embargo perfectamente que estas negociaciones serán largas y difíciles, debido a que las legítimas y naturales exigencias de la UE imponen a Turquía reformas en sus hábitos y su cultura extremadamente importantes que no hay que subestimar", dijo.

"No se cuál será el resultado de todo esto, lo que puedo decir es que deseamos que estas negociaciones continúen hasta llegar a un resultado positivo. Evidentemente, se va paso a paso", agregó el presidente galo poniendo de relieve que Turquía tendrá que respetar su compromiso de abrir su relación comercial con Chipre en el marco de la aplicación del protocolo de Ankara y que es "normal" que la UE, sin condenar al país y sin sacar "conclusiones extremas" tomara medidas para incitar a Turquía a respetar "lo antes posible" sus compromisos.

Además, Chirac defendió la necesidad de tener en cuenta la opinión de los ciudadanos y las consecuencias económicas y financieras de cualquier futura ampliación del club comunitario, especialmente en las políticas comunes de la UE y más concretamente en la política agraria. "Francia no quiere que la PAC sea la víctima de las ampliaciones", sentenció.

Asimismo subrayó la "legitimidad" de la medida adoptada por el Gobierno francés de someter a referéndum la entrada de cualquier nuevo socio después de Croacia. "Yo soy globalmente favorable a las ampliaciones por una sencilla razón, porque la UE es, ante todo, el respeto de la paz y de la democracia, pero siempre y cuando naturalmente se respeten las reglas de juego fijadas por la UE", insistió Chirac.

En cuanto a la reforma institucional que requiere la Unión Europea para poder trabajar con 25 miembros y en breve con 27, Chirac admitió que en este momento no se tiene "una situación ideal" y salir del actual atasco será la principal tarea que se encontrará en la mesa la presidencia alemana de la UE que se inicia en enero y a la que el presidente galo ofreció su apoyo. Francia tendrá además la responsabilidad de cerrar en 2008 el problema constitucional.

Según Chirac, el paso de una Unión de 15 a 25 miembros hizo evidentes los problemas de gestión y que existe "un grave problema institucional". "Si no lo arreglamos --advirtió-- iremos hacia una situación de confusión".

"Sabemos bien cómo son las cosas: las instituciones tienen que adaptarse necesariamente a la ampliación porque el funcionamiento de la UE no está asegurado con las actuales", concluyó.


 

martes, 12 de diciembre de 2006

Erdogan dice que la UE ha tratado injustamente a Turquía y pide que la ONU intervenga en la crisis con Chipre



ANKARA, 12 (EP/AP)

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, consideró hoy que la Unión Europea ha tratado de manera injusta a su país, después de que los ministros de Asuntos Exteriores de los Veinticinco decidieran ayer congelar las negociaciones para la adhesión, y pidió la intervención de Naciones Unidas en el conflicto con Chipre.

"La decisión de la UE es una injusticia contra Turquía", señaló hoy Erdogan, en un discurso ante los miembros de su partido en el Parlamento.

"Tengo que decir que las relaciones entre Turquía y la Unión Europea están atravesando una seria prueba, a pesar de todos nuestros esfuerzos para abrir el bloqueo", agregó.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea apoyaron ayer, tras un intenso debate que se prolongó toda la jornada, la propuesta de la Comisión Europea de suspender parcialmente las negociaciones de adhesión con Turquía, mientras el país candidato no aplique totalmente el protocolo de Ankara y abra sus puertos y aeropuertos a Chipre.

Erdogan consideró hoy que la Unión Europea es incapaz de resolver la disputa con Chipre y pidió a la ONU que intervenga. "La Unión Europea nunca será el lugar para una solución amplia con Chipre. Estamos a favor de una justa y duradera solución en el marco de Naciones Unidas", agregó.

No obstante, el jefe del Ejecutivo turco aseguró que su país está decidido a seguir trabajando en las reformas para la adhesión a la UE. "En el periodo que tenemos en frente, sabemos muy bien lo que tenemos que hacer, tenemos que sacar adelante nuestras reformas con la misma decisión", subrayó.

Aunque los jefes de la diplomacia llegaron ayer a Bruselas claramente divididos sobre el mensaje que había que trasladar a las autoridades turcas, finalmente encontraron el punto de equilibrio en el texto presentado el pasado 29 de noviembre por el Ejecutivo comunitario.

Así, no se abrirán ocho de los 35 capítulos que forman parte del proceso de negociación. En concreto, los que afectan al libre movimiento de bienes; derecho de establecimiento y libertad para ofrecer servicios; servicios financieros; agricultura y desarrollo rural; pesca; política de transportes; unión aduanera, y relaciones exteriores.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Decisión en la UE sobre las negociaciones con Turquía



La UE acuerda la suspensión parcial de negociaciones con Turquía

BRUSELAS (AFP) - Los ministros de Relaciones Exteriores europeos llegaron este lunes en Bruselas a un consenso para suspender de forma parcial las negociaciones de adhesión de Turquía con la Unión Europea, congelando ocho de los 35 capítulos temáticos de ese proceso, aunque aún luchaban para lograr un acuerdo global sobre la cuestión."Hay un acuerdo para suspender ocho capítulos", indicó una fuente europea después de varias horas de discusión en la sede del Consejo de la UE.

De todos modos, los ministros europeos de Relaciones Exteriores continuaban su debate sobre el modo en que la UE evaluará los eventuales progresos efectuados por Ankara para respetar sus compromisos con Chipre, agregó la fuente. Chipre y Grecia, los más duros contra la negativa turca de abrir los puertos y aeropuertos al tráfico grecochipriota, piden establecer una fecha precisa para esa evaluación, con la perspectiva de endurecer las sanciones en caso de ser necesario.Para evitar la ira de Turquía, los 25 discutían también la posibilidad de precisar en su declaración que están dispuestos a trabajar para poner fin al aislamiento comercial de la República Turca de Chipre del Norte (RTCN), tal como habían prometido en abril de 2004, indicó esta fuente europea. Chipre siempre se opuso a medidas que rompan el aislamiento de la RTCN, sólo reconocida por Turquía.

La falta de consenso sobre todos estos puntos podría afectar el acuerdo alcanzado sobre los ocho capítulos, subrayaron fuentes europeas.



Merkel, a favor de la cláusula de revisión para estudiar la reanudación de las negociaciones con Turquía

BERLÍN, 11 (EUROPA PRESS)

La canciller federal, Angela Merkel, pretende dificultar la reanudación de las negociaciones entre la Unión Europea y Turquía, y según reiteró hoy en Berlín el portavoz gubernamental Thomas Steg, considera la cláusula de revisión el mejor método para decidir sobre el ingreso de Turquía en la UE.

Dicha cláusula, propuesta por Angela Merkel y defendida por la misma hasta día de hoy, supone suspender las negociaciones con Turquía por un plazo de 18 meses, después del cual, los 27 jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la UE decidirían sobre la reanudación de dichas negociaciones.

Mientras Merkel, de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) rechaza la entrada de Turquía en las fronteras de la UE y se decanta por una "alianza estratégica" con este país, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, del Partido Socialdemócrata Alemán, (SPD) ha pedido que no se tomen decisiones "desmesuradas" y que no se le cierre la puerta a Turquía, perdiendo así, lo logrado desde el comienzo de las negociaciones para el ingreso de Turquía el 3 de octubre de 2005.

Tras la reunión celebrada la semana pasada entre el llamado 'Triángulo de Weimar' formado por Merkel, su homónimo francés, Jacques Chirac y el presidente de Polonia, Lech Kazcynski, no se hizo mención a esta cláusula de revisión, sino que Merkel se limitó a subrayar que el objetivo es que Turquía ratifique el Protocolo de Ankara y abra así sus puertos aéreos y marítimos a Chipre.

Además de ello, pidió a la Comisión Europea que informe sobre el estado de las negociaciones en un plazo de 18 meses, es decir, entre las elecciones turcas, en otoño de 2008, y las elecciones del Parlamento Europeo, en la primavera de 2009.

"No queremos que se hable de endurecimiento de las condiciones para su adhesión", dijo Merkel. Turquía firmó el Protocolo de Ankara pero no lo ratificó, "se trata de algo que esperábamos que ocurriera y no ha sucedido", por ello es necesario continuar los esfuerzos en esa dirección, añadió.

Mientras, el presidente de Francia, Jacques Chirac, aseguró que "Francia es exactamente de la misma opinión que Alemania" y lamentó que "no se hayan registrado progresos en las negociaciones", aunque confió "en llegar finalmente a una solución".

El comisario europeo para la ampliación, Olli Rehn, mostró su rechazo total a la propuesta de establecer una cláusula de revisión y pidió a Chirac y a Merkel que se esforzaran en buscar una solución "equilibrada" a la crisis de las negociaciones con Turquía.

También el presidente del Gobierno turco, Tayyip Erdogan, pidió a la Unión Europea que no dificulte más las condiciones a la entrada de su país en la UE porque esto sería un "error histórico" y en una llamada a Angela Merkel, le advirtió de los "daños que provocaría un paso erróneo".

Como consecuencia de la crisis en la que se encuentran las negociaciones con Turquía, la Comisión Europea anunció hace escasos días que congelaría parcialmente las negociaciones con ese país. Sin embargo, Finlandia, que ejerce la actual Presidencia del Consejo de Ministros, ha prometido que hará lo posible por alcanzar un consenso, antes de que culmine su turno a finales de diciembre.

OPINIÓN

UNIÓN EUROPEA: TURQUÍA O BARBARIE


Publicado el 10 de diciembre de 2006, en el blog de Francisco Veiga

La revista "Newsweek" correspondiente a esta misma semana en curso (11 de diciembre de 2006) dedica su negra portada a una embarazosa pregunta, en grandes titulares: “Who Lost Turkey?”. La pieza principal que acompaña a tal interrogante está firmada por Owen Matthews y señala: “Europe Has Botched Its Grand Strategy – And Will Pay the Price”. No cabe duda de que la situación ha devenido delicada. El autor insiste en que el descarrilamiento de las negociaciones con el candidato turco pueden hacer que se le caigan encima a Bruselas todos los vagones que componen la UE. No le falta razón: a estas alturas, el fracaso daña mucho más al club europeo que a Turquía: aquí puede cambiar el gobierno, la situación política incluso sería susceptible de experimentar cierta regresión. Pero en Bruselas, tras el fracaso en el intento de aprobar una Constitución común, seguido por la incapacidad de controlar a los "socios gamberros", la impotencia a la hora de ponerse de acuerdo sobre las negociaciones con Turquía señalan un punto y aparte en el desgobierno de la UE.

Y lo peor: todo ello está sucediendo porque los turcos llevan razón en la mayor parte de sus posturas. De entrada, porque tal como se dice en Ankara, Europa es en buena medida, rehén de los grecochipriotas. En la primavera de 2004, ellos sabotearon el Plan Annan de la ONU para la reunificación de la isla, y la UE no supo ni quiso hacer nada para enmendar la situación. Ha sido necesario que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan ofreciera la apertura de un puerto y un aeropuerto turcos a las naves grecochipriotas, para que por fin la prensa europea se dignara explicar la esencia del conflicto en curso.

El 18 de noviembre pasado, el diario "El País" publicó y encuadró una carta al director formada por el periodista español Andrés Mourenza, residente en Estambul, que decía así: "El pasado lunes me sorprendió sobremanera no encontrar ni en la prensa ni en los medios españoles una sola referencia a una frase bastante importante pronunciada por el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan en la rueda de prensa que el día anterior había ofrecido junto al presidente del gobierno español. Las palabras de Erdoğan -retransmitidas en directo por las televisiones turcas- fueron: "KKTC´ye uygulanan izoslayonlar kalksın, biz limanları da açarız, havaalanlarını da acarız" [Que se levante el actual embargo de la República Turca de Chipre del Norte y nosotros abriremos los puertos y aeropuertos (al comercio con la República de Chipre)]. Esta frase fue tomada por toda la prensa turca como un cambio de actitud más favorable al plan finlandés que propone la apertura bajo supervisión internacional del puerto turcochipriota de Famagusta a cambio de la aceptación de transacciones comerciales turcas con Chipre. Sin embargo, en esa rueda de prensa, algo se debió perder en la traducción española, o quizás sea que interesa más repetir los esquemas habituales sobre el gobierno "islamista" de Turquía. Por cierto, ese mismo día, el presidente del Partido Popular Europeo, Hans-Gert Pöttering, participó en el congreso del partido de Erdogan, ya que su organización es miembro observador del grupo conservador europeo".

En efecto: la prensa occidental se dedicó a ningunear que tras el fracaso del plan Annan, el Consejo se había comprometido, en abril de 2004, a trabajar para poner fin a la separación de Chipre. Ello incluía la restauración del comercio directo entre las dos comunidades y una ayuda financiera a la República Turca del Norte de Chipre (en torno a los 240 millones de euros) que no se han llevado a cabo. Ahora, dado que el ofrecimiento de Erdoğan se vinculaba a la ejecución de las promesas hechas por Bruselas, la prensa y la diplomacia europeas se han visto obligadas a mencionar el asunto en sus columnas y declaraciones. Y es que, en fecto, la UE tiene que mojarse en el conflicto chipriota, ha de intervenir presionando a uno de sus miembros más díscolos y patrióticamente egoístas, en vez de ceder a la pusilanimidad, encogerse de hombros y pasarle la factura a Turquía para que pague de su bolsillo todos los vidrios, incluyendo aquellos que rompieron los demás. Sabe muy bien lo que dice el primer ministro belga Guy Verhofstadt cuando argumenta, a quien le quiera escuchar, que la Unión Europea debe apresurarse a desterrar la regla de la unanimidad en la toma de decisiones y adoptar la llamada "claúsula pasarela" que daría paso a la mayoría cualificada. Mientras la regla de la unanimidad continúe en vigor, La UE se arriesga a seguir el camino de la decadencia que sufrió la República de los Nobles polaca en el siglo XVIII, es decir, terminará presa de los mezquinos intereses egoístas de los socios más pequeños y de la cínica política de sabotajes de los grandes.

Los grecochipriotas no desean la reunificación de la isla ni que Turquía acceda como miembro de pleno derecho en la UE. Trabajan consciente y activamente en esta doble dirección y hasta ahora han intentado disimularlo, pero la propuesta de Erdoğan, que consideraban imposible, aflojó los nervios del ministro de Asuntos Exteriores, el cual no dudó en amenazar colectivamente a la UE: "Nicosia volverá a la línea dura si alguien en la UE intenta usar esto para limitar las sanciones que deben ser impuestas a Turquía por no cumplir con sus obligaciones" -sentenció, dejando claras las intenciones de su gobierno. Ankara recuerda, y le sobra razón, que Chipre no ha respetado sus compromisos, ni siquiera con la UE; por ejemplo, aliviar el embargo de la zona turca de la isla o negociar un nuevo acuerdo de reunificación. Si prosperan las iniciativas del pequeño y agresivo grupo de socios turcófobos, habremos de concluir que la Unión Europea está gobernada por ellos, y básicamente por un tinglado de agentes interpuestos: Francia envía por delante a Chipre, como si fuera un pequeño mastín acosador, y Alemania lleva a cabo la misma jugada con Austria e incluso Francia. Pero lo peor es la creciente constatación de que Paris estaría dispuesta a destruir a la UE antes de perder las riendas de su poder en ella.

De otra parte, uno de los aspectos más alarmantes de la diplomacia comunitaria es la tendencia a subestimar a su homóloga turca. Como hace ochenta y tres años, durante la Conferencia de Lausanne. Por entonces, la delegación turca encabezada por İsmet Bajá (más tarde devendría İsmet İnönü) logró driblar a la diplomacia británica y francesa, por entonces en el apogeo de su potencia, tras haber puesto de rodillas a los alemanes, austriacos y húngaros, derrotados en la Gran Guerra. Aquello fue un prodigio de tenacidad, cautela y astucia que logró descolocar a un despectivo Lord Curzon y al soberbio Poincaré. Lausanne fue el bautizo internacional de la nueva Turquía republicana y kemalista, y eso marcó fuertemente el estilo de su diplomacia. Algo envarada e inflexible, es cierto, pero muy curtida por tenérselas que ver, en plena Guerra Fría y aún hoy, con vecinos tan complejos y duros como los rusos, iraníes y sirios; capaz de lograr que su país sea el único de mayoría musulmana que hasta hace poco mantenía relaciones con Israel; ducha en movimientos delicados y a media luz, capaz por ello de conseguir un imposible acercamiento entre Pakistán e Israel. La diplomacia turca se las ha tenido que ver con los mismos norteamericanos en momentos difíciles, como la crisis de los misiles en 1962 o la reciente invasión de Irak, en 2003. Logró que Turquía accediera a la OTAN, ya en 1952, y que siguiera allí después de tres golpes militares; mantuvo el país a flote tras el bloqueo internacional sufrido a consecuencia de la invasión del tercio norte de Chipre, en 1974. Y sobre todo, consiguió que el país fuera neutral durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de las presiones ejercidas por el Eje y los Aliados. El mismo İsmet İnönü de Lausanne, defendió la neutralidad turca entre 1939 y 1945 con los conocidos argumentos referidos a la falta de preparación militar, problemas logísticos y una pobre economía; y eso incluso durante la segunda conferencia de El Cairo, en diciembre de 1943, ante Churchill y Roosevelt en persona. Según una divertida anécdota relatada por el historiador Selim Deringil, al despedirse en el aeropuerto, İnönü abrazó a Churchill en un gesto de despedida y le estampó un beso en la mejilla. El premier, muy complacido se lo comentó al ministro Eden: “¿Ha visto? İsmet me besó”. Su réplica un tanto desabrida fue que esa parecía ser la única ganancia después de 14 horas de duro forcejeo diplomático sin más resultados.


Francisco Veiga es historiador y periodista, experto en países del Este de Europa y Oriente. Recientemente ha preparado para el Ministerio de Asuntos Exteriores un informe sobre Turquía y las repercusiones de su entrada en la UE. Acaba de publicar El turco: diez siglos a las puertas de Europa, donde repasa el pasado, presente y futuro de Turquía.

domingo, 10 de diciembre de 2006

OPINIÓN

TURQUIA DEBE PERTENECER A LA UE

Un gran país musulmán llama a la puerta y los argumentos en su contra no tienen peso.


10/12/2006 MARGOT Wallström (publicado en el periódico la Voz de Asturias)

Desde que Turquía firmó en 1963 un acuerdo de asociación con lo que entonces era la Comunidad Europea, ha perseguido -excepto en un periodo de la década de los 70- su objetivo de adherirse a la Unión Europea. Turquía entró en una unión aduanera, vigente desde 1996, y su candidatura para adherirse a la UE fue confirmada en Helsinki en 1999. Después de cumplir todas las condiciones, el pasado mes de octubre inició las negociaciones de adhesión.

Por tanto, me resulta sorprendente que en algunas partes de Europa se haya descubierto la amenaza turca . La política de la UE consiste en que Turquía sea tratada como cualquier otro país candidato. Los argumentos contra la adhesión de Turquía a la UE que se han esgrimido hasta la fecha han perdido bastante peso, habida cuenta del proceso de reforma iniciado por el Gobierno turco. Quienes se oponen a la adhesión hablan menos de la "madurez europea" del país o del cumplimiento de los criterios de Copenhague. En cambio, aducen que la UE no puede absorber un nuevo miembro del tamaño de Turquía, que su adhesión produciría graves problemas geopolíticos y estratégicos y, por último, pero no por ello menos importante, que la UE es una comunidad basada en valores cristianos.

Se dice que la estructura de la UE, que pronto tendrá 27 miembros, está desbordada, y que su ampliación geográfica solo puede producirse en detrimento de la profundización en la cooperación política. Este argumento no es más que una táctica política. ¿Cómo puede sostenerse, a la vista del éxito de la mayor ampliación de la UE que ha tenido lugar recientemente, en virtud de la cual han sido acogidos 10 nuevos estados miembros que cuentan con unos 80 millones de habitantes?

El proyecto de construir unos Estados Unidos de Europa poderosos ya no forma parte de la agenda política. En un futuro próximo, la nueva UE ampliada será una unión política y económica en la que la diversidad no será la excepción, sino la regla. Las condiciones para que cualquier país pueda adherirse a la Unión están muy claras. No existe atajo en el camino hacia Europa, sino solo el camino habitual, que entraña la realización de todas las reformas necesarias y el cumplimiento de los criterios de adhesión. ¿Qué se puede objetar a la incorporación de Turquía en dicha unión, especialmente teniendo en cuenta que, con su situación geográfica y su tamaño, es un socio importante desde el punto de vista estratégico? Su adhesión reforzaría el papel de Europa en la política mundial.

LAS RAZONES geopolíticas y estratégicas que se utilizaron en pro de la adhesión de Polonia, los países bálticos y otros, también son válidas para Turquía. Algún día finalizará el proceso de ampliación, pero darlo por concluido sin haber admitido a Turquía sería un grave error y una política poco aconsejable. Quienes se oponen a la adhesión de Turquía parecen pensar que la UE es una "isla soleada" rodeada de vecinos amables y amistosos. Sin embargo, la situación geoestratégica de Europa está lejos de ser idílica. Europa debe estabilizar su propia periferia para evitar verse afectada por los problemas que allí se producen. La adhesión de Turquía a la UE la reforzaría en su frente más vulnerable. Contar con ella como pilar democrático de estabilidad en Oriente Próximo redunda en beneficio de todos los ciudadanos de la UE.

La resistencia a la adhesión de Turquía también se debe a vagos recelos sobre una cultura que se considera ajena. Un argumento que gana terreno se refiere a la identidad, a saber, los valores cristianos de Europa, que se mencionan como motivo para mantener a Turquía al margen. Nunca ha existido ningún criterio religioso para pertenecer a la UE. Rechazar la admisión de Turquía por motivos religiosos supondría emitir un mensaje falso y peligroso. Entre el 10% y el 15% de los habitantes de la mayoría de los países de Europa occidental han nacido fuera del país donde residen, y cada vez es mayor el porcentaje de ellos que han nacido fuera de Europa. En este momento, hay quince millones de musulmanes en la UE, algo menos que el número de escandinavos protestantes, y esta cifra aumentará a medida que la inmigración continúe. Por tanto, la tendencia hacia una Europa multirracial y multiconfesional es evidente. Habría que acoger con satisfacción que el papa Benedicto XVI, durante su recentísima visita a Turquía, se uniera a quienes consideran que el lugar de Turquía se encuentra justamente en la Unión Europea.

NO SUBESTIMO la magnitud de la modernización y las reformas que Turquía tendrá que acometer para adherirse a la Unión Europea. El camino será largo, no solo desde el punto de vista político y económico, sino también desde el punto de vista de la mentalidad. La dificultad de dicho camino dependerá de la comprensión mutua: en la UE, sobre cómo es en realidad la Turquía moderna; en Turquía, sobre qué significa realmente la pertenencia a la UE. No se trata solo de una negociación técnica, sino también de un compromiso serio por ambas partes sobre los valores y las normas comunes que nos unen. A tal fin, debemos conocernos mejor, ser capaces de superar la ignorancia, los prejuicios y las diferencias reales. Los estereotipos pueden ser útiles para ganar elecciones, pero no solucionan ningún problema real.

Margot Wallström es Vicepresidenta de la Comisión Europea y Comisaria responsable de Relaciones Institucionales y Estrategia de Comunicación.

Semana crucial para las negociaciones entre Turquía y la UE


Los Veinticinco deciden mañana si congelan parcialmente las negociaciones de adhesión de Turquía

TERRA - ESPAÑA

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reúnen mañana en Bruselas para decidir si respaldan la recomendación hecha el pasado 29 de noviembre por la Comisión Europea de congelar parcialmente las negociaciones de adhesión con Turquía. En concreto, el Ejecutivo comunitario planteó paralizar ocho de los 35 capítulos que forman parte del proceso y no cerrar ninguno hasta que se haya confirmado que Turquía cumple plenamente las obligaciones derivadas del llamado protocolo de Ankara y abre su comercio a Chipre.

Los Veinticinco acuden a esta cita fuertemente divididos, con pocas perspectivas de acuerdo y sumidos en un ambiente de confusión provocada por la oferta que hizo llegar de manera informal el Gobierno de Ankara el pasado jueves de abrir un puerto y aeropuerto a los barcos y aviones chipriotas. Este gesto, que inicialmente se consideró en Bruselas un paso positivo hacia el cumplimiento del protocolo de Ankara, no ha impedido que la propuesta de la Comisión Europea siga sobre la mesa. Además, el primer ministro finlandés y presidente de turno de la Unión Europea, Matti Vanhanen, lo consideró 'insuficiente' para evitar que Turquía se libre de la recomendación hecha por Bruselas.

Tampoco ha facilitado el acercamiento de posturas entre los Estados miembros. Más bien al contrario, la disposición turca de abrir parcialmente el tráfico a Chipre bajo la condición de poner fin al aislamiento de la parte turco-chipriota de la isla, fue tachada de 'burla' por parte de Nicosia, que amenaza incluso con vetar las negociaciones con Turquía. Chipre cuenta con la solidaridad explícita de Grecia en su empeño para no dar un solo paso si Turquía se niega a cumplir íntegramente sus obligaciones aduaneras, y con el apoyo implícito de Alemania, Austria y Francia, que tiene en la candidatura de Turquía a la UE la raíz del rechazo expresado a la Constitución Europea.
 
 
PAISES A FAVOR

Los defensores de Turquía son España, Reino Unido, Italia, Suecia, Estonia y Letonia, países que, aunque no han expresado oficialmente su posición sobre el último gesto de Ankara, consideran 'excesiva' la propuesta de la Comisión, al entender que va demasiado lejos.Para este grupo de países bastaría con suspender el inicio de la negociación de los tres capítulos más directamente vinculados con la aplicación del protocolo de Ankara: transportes, unión aduanera y libre circulación de mercancías.

Esta disparidad de criterios se mantuvo el pasado viernes en una maratoniana reunión de los Embajadores de los Veinticinco donde se constató que tampoco hay acuerdo sobre la petición de la Comisión de no cerrar ningún capítulo hasta que Ankara cumpla sus compromisos. La falta de consenso se manifestó asimismo en la cuestión de quién deberá certificar que el país está en condiciones de retomar las negociaciones y si conviene o no establecer una cláusula de revisión. Fuentes comunitarias auguran que la falta de acuerdo persistirá en el encuentro que mañana celebrarán los ministros de Asuntos Exteriores, incluso si los jefes de la diplomacia europea tienen encima de la mesa una propuesta más concreta de la oferta turca.
 
 
NUEVA CRISIS

Si el Consejo de ministros de Exteriores fracasa en su intento por llegar a una posición común el asunto pasará irremediablemente a la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar los próximos 14 y 15 de diciembre en Bruselas, algo que Presidencia, Comisión y Consejo preferirían evitar. No obstante, si finalmente los Jefes de Estado y de Gobierno se encuentran con este asunto sin resolver y tampoco encuentran una salida, la UE se sumiría en una nueva crisis y las negociaciones con Turquía se paralizarían 'de facto'.



Steinmeier advierte a Merkel sobre las negociaciones con Turquía

TERRA - ESPAÑA

Las negociaciones con Turquía para su ingreso en la UE han abierto una fisura entre la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier. El ministro se ha declarado reacio a defender la cláusula de revisión al ingreso de Turquía en la UE, propuesta por la canciller. 'Hay que evitar reacciones desproporcionadas. Cerrar la puerta a Turquía supondría además un gran golpe a la credibilidad de la Unión', declaró Steinmeier al semanario 'Der Spiegel''. La reacción de la UE a la negativa de Turquía a ratificar el Protocolo de Ankara debe ser equilibrada y responsable', opinó. Agregó que 'sería una lástima echar por tierra en una semana los años invertidos por la UE y Turquía en el proceso de acercamiento'.

Steinmeier se reunirá mañana en Bruselas con sus colegas de la UE para analizar la propuesta de Comisión Europea de congelar parcialmente las negociaciones con Turquía por la negativa de este país a abrir sus puertos y aeropuertos con Chipre, en cumplimiento del llamado Protocolo de Ankara. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, calificó esa propuesta de 'equilibrada, responsable y creíble', pero a juicio de la canciller insuficiente como aviso a Turquía. Merkel es, sin embargo, partidaria de congelar las negociaciones 18 meses, observar los progresos que hace Turquía entre las elecciones que se celebrarán en ese país a finales de 2007 y las europeas a principios de 2009, y luego hacer que el Consejo Europeo vuelva a pronunciarse, por unanimidad, acerca de una eventual adhesión.



Verheugen cree que la propuesta de Turquía sobre Chipre no alterará el rumbo de la UE

Berlín, 10 dic (EFE).- El comisario europeo de Industria, Günther Verheugen, cree que la oferta de Turquía para abrir uno de sus puertos y aeropuertos a Chipre para impedir el bloqueo de las negociaciones de adhesión a la UE "no hará cambiar las cosas".

"Turquía debe cumplir plenamente y sin condiciones sus obligaciones aduaneras con la UE. Esa es nuestra opinión.", declaró el comisario en declaraciones hoy a la emisora "Deutschlandfunk".

Verheugen cuestionó la seriedad de la propuesta turca, que sólo se hizo de forma verbal, y en consecuencia negó que vaya a influir en los ministros de Asuntos Exteriores comunitarios.

Los ministros se reunirán mañana en Bruselas para analizar la propuesta de la Comisión Europea de congelar parcialmente las negociaciones con Turquía ante la negativa de ese país a ratificar el llamado Protocolo de Ankara, que prevé la apertura de todos los puertos y aeropuertos a Chipre.

Según Verheugen, la propuesta turca, pese a ir en la buena dirección, no es "suficiente" porque lo que desea la UE es el "cumplimiento íntegro y sin condiciones de los acuerdos con Turquía en materia aduanera".

El comisario afirmó que la propuesta de la Comisión Europea de congelar los capítulos de la negociación referidos a ese tema es "una reacción sensata a la situación en la que nos encontramos". Insistió en que "congelación no significa cerrojo" al proceso de adhesión de Turquía.

"No hay nadie en Bruselas que diga se acabó, nadie dispuesto a asumir la responsabilidad de romper el proceso negociador con Turquía", señaló el comisario.

"El gran desafío es encontrar un camino que nos permita mantener vivo este proceso, y al mismo tiempo dejar claro a Turquía qué es lo que la UE espera de ese Gobierno", concluyó.



La UE entra en una semana crucial sobre Turquía

BRUSELAS (AFP) - Considerado un socio estratégico por la mayoría de los países europeos, Turquía ha vuelto a dividir en los últimos días a la Unión Europea (UE) por su controvertido proceso de adhesión al bloque, cuyo futuro se jugará la semana entrante en Bruselas. La discusión sobre la posible suspensión parcial de las negociaciones para que Ankara se sume al bloque comenzó el jueves y viernes a nivel de embajadores, pero tendrá su día clave el lunes con una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los 25.

Si los ministros de Exteriores no llegan a un acuerdo, algo probable, la cuestión pasará a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del jueves 14 y viernes 15 de diciembre en Bruselas, con el riesgo de opacar todo el resto de la agenda. El punto de partida del debate es una propuesta de la Comisión Europea para suspender 8 de los 35 capítulos del proceso de adhesión de Turquía por su negativa a aplicar en forma completa el denominado Protocolo de Ankara, por el cual se comprometió en julio de 2005 a ampliar su unión aduanera con la UE a los diez nuevos miembros que ingresaron en el bloque en 2004.

Más de un año después de aquel compromiso, Turquía continúa bloqueando la apertura de sus puertos y aeropuertos a Chipre, país al que no reconoce y con el que mantiene una disputa por la división de la isla en un sector turco y otro grecochipriota desde 1974.

Ante la amenaza cada vez más firme de una crisis grave con la UE, Ankara presentó el jueves una propuesta de último momento para abrir en forma provisional un puerto a los navíos grecochipriotas.

Sin embargo, la falta de precisiones sobre esa propuesta hace que sea "insuficiente" para impedir el estudio de un castigo para Turquía, dijo el viernes el primer ministro finlandés, Matti Vanhanen, cuyo país ejerce la presidencia de la UE.

Como en octubre de 2005, cuando se lanzaron las históricas negociaciones de adhesión con este país laico pero de inmensa mayoría musulmana, Europa se encuentra dividida sobre el camino a tomar en una cuestión que escapa a sus fronteras e interesa a otros actores internacionales.

En efecto, Turquía, miembro de la OTAN, recibió en numerosas ocasiones el apoyo de Estados Unidos en su batalla para ingresar en la UE, por ejemplo en la sesión de los 25 el año pasado para decidir la apertura oficial de negociaciones de adhesión.

En aquel momento, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleeza Rice, intervino directamente en las negociaciones entre europeos recordando los riesgos geopolíticos de rechazar a Turquía.

Según fuentes turcas, este apoyo se reiteró el viernes durante una conversación telefónica entre el presidente estadounidense, George W. Bush, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

La búsqueda de apoyo externo incluyó al papa Benedicto XVI, que se pronunció por una Turquía dentro de la UE, según Erdogan.

Pero si las influencias de Washington y el Vaticano pueden ser importantes, lo que contará finalmente será el apoyo dentro de la UE con el que cuente Ankara. En ese sentido, España y el Reino Unido serán las puntas de lanza del eje proturco, que intentará suavizar lo máximo posible la decisión que tome la UE la semana próxima.

En la reciente cumbre de la OTAN en Riga (Letonia), el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, conversó con el primer ministro británico, Tony Blair, y Erdogan sobre la cuestión. "Se debe trabajar intensamente para que el Consejo Europeo mantenga las puertas abiertas", advirtió en esa ocasión Zapatero. De su lado, Blair advirtió que sería un "error grave" enviar una señal negativa a Turquía.

En la otra vereda, el tradicional eje franco-alemán, presionado por sus opiniones públicas reticentes a la llegada de los turcos, estaría en una línea más dura, sin llegar al extremo de Chipre y Grecia, que podrían pedir directamente la suspensión de entre 12 y 17 capítulos del proceso de adhesión.
NOTICIAS EN INTERNET SOBRE EL PROTOCOLO DE ANKARA

sábado, 9 de diciembre de 2006

División en la UE ante la propuesta turca para desbloquear las negociaciones


UE/Turquía.-La falta de acuerdo sobre Turquía enfrenta a la UE a una nueva crisis

"Caos absoluto" en Bruselas por la ausencia de claridad de la oferta turca sobre Chipre

BRUSELAS, 8 (EUROPA PRESS)

La falta de acuerdo sobre el rumbo que deberían tomar las negociaciones con Turquía constatada hoy en la reunión celebrada por los Embajadores de los Veinticinco amenaza con abrir una nueva crisis en la Unión Europea, agravada por el "caos absoluto" que ha sembrado la incierta oferta del Gobierno turco de abrir parcialmente el comercio a Chipre.

Esta propuesta, presentada ayer oralmente por la presidencia de turno de la UE que ejerce Finlandia, tiene todavía muchos elementos que deben aclararse, entre ellos si está condicionada, por lo que lo único que ha generado es gran desconcierto y ha impedido dilucidar qué decisión debería tomarse y sobre qué bases. A ello se suma que los Estados miembros ni siquiera están de acuerdo sobre la recomendación de la Comisión Europea de suspender parcialmente las negociaciones.

Según explicaron fuentes diplomáticas, hasta el momento lo que ha reinado en torno a la propuesta turca y, en general, sobre la respuesta que se debe dar a Turquía, es una "confusión absoluta", debido en buena parte a que la presidencia no ha presentado la iniciativa por escrito para que pueda ser analizada rigurosamente por las capitales.

Además, tampoco ha contribuido a mejorar las cosas el hecho de que haya presentado tarde la propuesta de conclusiones sobre el capítulo relativo a la ampliación, donde permanecen muchos interrogantes relacionados con la cuestión turca.

Así las cosas, las posibilidades de que haya un acuerdo en la reunión que celebrarán el lunes los ministros de Asuntos Exteriores de la UE son más bien escasas, salvo que se concrete la oferta turca y los jefes de la diplomacia europea puedan pronunciarse.

De hecho, algunas delegaciones han preferido no expresar su posición sobre el plan de Turquía hasta que la situación se aclare. En todo caso, se sabe ya que Grecia y Chipre la ven inaceptable.

Sobre lo único que parece haber un consenso no escrito es que, en el estado actual, la base de discusión sigue siendo la recomendación hecha el pasado 29 de noviembre por la Comisión Europea aconsejando congelar ocho de los 35 capítulos de la negociación, a la vista de que Turquía sigue sin cumplir sus compromisos, es decir, sin abrir sus puertos y aeropuertos a Chipre tal y como exige la UE.

Pero también sobre la postura del Ejecutivo comunitario hay división entre los Estados miembros que no se ponen de acuerdo en asuntos fundamentales, que van desde el número de capítulos que deberían ser objeto de la suspensión, hasta si conviene o no fijar una cláusula de revisión.

También hay disparidad de opiniones sobre otro elemento de la propuesta de la Comisión para que no pueda cerrarse definitivamente ningún capítulo hasta que el país cumpla sus compromisos y sobre si debería ser o no el Consejo quien tome la decisión acerca del cumplimiento por parte de Turquía del protocolo de Ankara.

En este contexto, si el lunes no se logra cerrar un acuerdo, la cuestión pasará inevitablemente a la mesa de los Jefes de Estado y de Gobierno que se reunirán el jueves 14 y el viernes 15 en la capital comunitaria. Si en la cumbre tampoco se logra una posición común para abordar el futuro de Turquía, las negociaciones quedarían paralizadas 'de facto' y se abriría una nueva crisis en la Unión Europea.

Ayer, el Gobierno turco anunció su disposición a abrir de manera provisional el principal puerto del país a los barcos con bandera chipriota y uno de sus aeropuertos, en un intento por desbloquear las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.

El planteamiento de Turquía estaría contenido en tres puntos. El primero de ellos ofrece abrir un puertos y un aeropuerto a buques y aviones grecochipriotas durante un periodo limitado de un año.

En segundo lugar, reclama una solución global a la cuestión chipriota basándose en las propuestas de Naciones Unidas que debería comenzar a discutirse el 1 de enero de 2007 y haber terminado antes del 31 de diciembre de 2007.

El tercer elemento de la propuesta sería la apertura del aeropuerto turco chipriota de Ercan al tráfico internacional y el turco chipriota puerto de Varosha, al comercio internacional.


La UE, bloqueada sobre qué respuesta dar a la oferta de Turquía de apertura a Chipre

Esto ocurre en vísperas de la reunión ministerial del lunes que debe decidir si se congelan en parte las negociaciones de adhesión

EFE BRUSELAS

Los países de la Unión Europea están completamente bloqueados sobre la oferta de Turquía de abrir de forma inmediata un puerto al tráfico con Chipre, en vísperas de la reunión ministerial del lunes que debe decidir si se congelan en parte las negociaciones de adhesión con Ankara.

Los embajadores de los países comunitarios ante la UE concluyeron hoy dos días de discusiones sobre la inesperada propuesta turca que han terminado en una "confusión absoluta", según reconocieron fuentes diplomáticas. La presidencia finlandesa de turno presentó la iniciativa turca de forma oral y se niega a entregarla por escrito, lo que ha llevado a varias delegaciones europeas a reservar su posición.

En estos momentos, en la Unión no hay consenso ni sobre qué respuesta dar a la oferta de Ankara ni sobre qué hacer con la recomendación de la Comisión Europea de suspender parcialmente las negociaciones con Turquía por no haber cumplido este país la obligación de abrirse a los barcos y aviones greco-chipriotas.

Algunos Estados miembros han rechazado frontalmente la iniciativa turca, mientras que otros la consideran positiva, pero muchos señalan que no hay suficiente "concreción" en la forma en que ha sido presentada por la presidencia finlandesa, por lo que han pedido aclaraciones.

El primer ministro finlandés y presidente de turno de la UE, Matti Vanhanen, consideró hoy que la última oferta de Turquía sobre Chipre "no es suficiente". Las fuentes señalaron que la Comisión Europea "quizá se precipitó un poco" en su primera reacción esperanzadora ante la apertura de Ankara.

La iniciativa contemplaba también incluir un aeropuerto más adelante, y a la vez acabar con el bloqueo al tráfico con la parte turca de la isla mientras se busca un acuerdo global a la división de Chipre, que tendría que estar concluido para finales de 2007.

Debido a la discusión sobre la oferta turca, los embajadores no avanzaron en el intento de lograr una posición común sobre la propuesta de la Comisión Europea de congelar parcialmente las negociaciones de adhesión con Turquía. Por ello, la decisión quedará para el Consejo de Ministros de Exteriores del lunes.

Cumbre de jefes de Estado

Si los ministros tampoco consiguen un acuerdo, y las posiciones están muy enfrentadas, la cuestión acabará en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los próximos jueves y viernes. Un fracaso en la cumbre supondría "una crisis" en la UE, ya que se bloqueará el conjunto del proceso de ampliación, reconocieron las fuentes.

La Comisión ha propuesto congelar ocho de los 35 capítulos que componen la negociación con Turquía, y que ninguno de los capítulos que se traten quede totalmente cerrado hasta que se solucione la cuestión, como penalización a ese país por no haber cumplido el Protocolo de Ankara.

Ese protocolo amplía el acuerdo aduanero de Turquía con la UE a los diez países que entraron en la Unión en 2004, lo que supone que Ankara debe abrir sus puertos y aeropuertos a buques y aviones de los diez nuevos miembros de la Unión, entre los que está Chipre, país al que Turquía no reconoce.

Turquía, por su parte, insiste en que la Unión Europea rompa el aislamiento económico a la comunidad turca del norte de Chipre.


Zapatero y Putin respaldan por teléfono al presidente Erdogan para incorporar a Turquía a la UE

ANKARA, 9 (EP/AP)

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y su homólogo ruso, Vladimir Putin, expresaron hoy por teléfono al primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan su voluntad de apoyar la entrada de Turquía en la Unión Europea, según informaron funcionarios de la oficina ministerial en Ankara.

Erdogan habló con Putin durante unos 45 minutos en una conversación en la que el presidente ruso expresó su total apoyo ante la propuesta turca de abrir un puerto y un aeropuerto para abrir una ruta comercial con Chipre, según indicó un ayudante del primer ministro turco, bajo el anonimato.

El funcionario afirmó que Putin consideró esta decisión como "un buen paso" y reiteró el apoyo de Rusia de cara a la entrada de Turquía en la UE para promover la "estabilidad regional". Después, Erdogan conversó con Zapatero, quien también expresó "su apoyo en relación a los esfuerzos de Turquía para la entrada en la UE".

El líder de la comunidad turcochipriota, Mehmet Ali Talat, defendió ayer la oferta que presentó Turquía esta semana para abrir un puerto y aeropuerto a la República de Chipre a cambio de la apertura de un puerto y un aeropuerto en la parte turca de Chipre y estimó que demuestra "la buena disposición" de Ankara para continuar las negociaciones de adhesión a la UE.

Talat hizo estas declaraciones tras la reunión que mantuvo este viernes con el comisario de Ampliación, Ollie Rehn, cuando afirmó que la oferta del Gobierno de Erdogan "es una indicación de buena voluntad desde la parte turca".

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